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Malí

Embargo total y amenaza de intervención militar contra los golpistas

Los 13 presidentes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) buscan presionar a la junta que tomó el poder el 22 de marzo. El Consejo de Seguridad de la ONU aborda este martes la situación de Malí, donde los rebeldes tuareg y grupos islamistas controlan el norte del país. Tombuctú cae en manos de salafistas.

El canciller francés Alain Juppé (Izq.)junto al presidente de Malí, Amadou Toumani Touré, en Bamako, el 26 de febrero de 2012.
El canciller francés Alain Juppé (Izq.)junto al presidente de Malí, Amadou Toumani Touré, en Bamako, el 26 de febrero de 2012. Foto AFP/Habib Kouyate
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12:31

Malí ha quedado partido en dos, mientras la comunidad internacional impone sanciones a la junta golpista para que devuelva el poder a los civiles.

Aída Palau

La decisión fue comunicada el lunes en Dakar al término de una reunión a la que asistieron los 13 mandatarios de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). Unos 2.000 militares de la organización africana ya se encuentran en estado de alerta para una intervención militar en Malí, donde una junta golpista tomó el poder el pasado 22 de marzo.

El presidente marfileño Alassane Ouattara también anunció un "embargo total" contra Malí. "Todas las medidas diplomáticas, económicas, financieras y demás son aplicables desde hoy (lunes) y sólo se levantarán cuando el orden constitucional sea efectivamente restablecido", declaró Ouattara.

La junta encabezada por el capitán Amadou Haya Sanogo había respondido el domingo a un ultimátum de la CEDEAO reinstaurando la Constitución de 1992 y prometiendo el regreso de un gobierno civil y elecciones sin fecha. Para los mandatarios reunidos en Dakar no fue suficiente.

"Las declaraciones de la junta van en el buen sentido, pero hace falta que sea efectivo, que la junta se aparte y entregue el poder a las autoridades constitucionales reconocidas", declaró Ouattara.

Al mismo tiempo, la CEDEAO afirma que garantizará la integridad territorial de Malí. Esto es frenar el avance de los rebeldes independentistas tuareg que han aprovechado el vacío de poder para avanzar posiciones. Centenares de ellos regresaban fuertemente armados tras participar como mercenarios en Libia en la defensa del ex dictador libio Muamar Kadafi. De este modo, consiguieron controlar el norte de Malí, que ha quedado virtualmente partido en dos.

Entretanto, los islamistas del grupo Ansar Din (Defensor del Islam) y de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) tomaron el control de la ciudad de Tombuctú, en el noroeste de Malí, y expulsaron de ella a los rebeldes tuareg.

Iyad Ag Ghaly, jefe de Ansar Din, "llegó esta mañana con cincuenta vehículos. Tomaron la ciudad, echaron a la gente del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) que estaba ahí, les quemaron su bandera e izaron la suya en el campamento militar de la ciudad", aseguró Musa Haidara, camarógrafo que filmó la entrada a Tombuctú de Iyad Ag Ghaly.

Iyad Ag Ghaly es una figura de las rebeliones tuareg de los años 1990 y lucha "con las armas" actualmente por la aplicación de la ley coránica en Malí. Ghaly ha sido visto según estas fuentes junto uno de los jefes de AQMI, el argelino Mojtar Belmojtar.

En este contexto y a pedido de Francia, este martes se reúne el Consejo de Seguridad de la ONU. París ha recomendado a los 5.000 franceses que viven en Malí que abandonen el país africano. “La situación es peligrosa y se degrada rápidamente”, estimó el canciller francés Alain Juppé.
 

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