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NIGERIA - ELECCIONES PRESIDENCIALES

Un exgeneral golpista a la cabeza de Nigeria

La primera economía de Africa ya tiene presidente y por primera vez desde la independencia es el resultado de una alternancia democrática. El candidato opositor de 72 años, Muhammadu Buhari, venció en las elecciones presidenciales al saliente Goodluck Jonathan. A pesar de su pasado golpista, el ex general asegura que se ha convertido en un demócrata.

El exgeneral y nuevo presidente electo de Nigeria, Muhammadu Buhari, de 72 años.
El exgeneral y nuevo presidente electo de Nigeria, Muhammadu Buhari, de 72 años. Reuters/Afolabi Sotunde
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Miles de nigerianos salieron a las calles de Kano, la ciudad más grande del norte de Nigeria, para celebrar su victoria. Este martes, la Comisión Electoral Independiente (INEC) del país oficializó el aplastante triunfo del ex general y candidato opositor Muhammadu Buhari. De 72 años, alcanzó un 54% de los votos frente al 45% de su contrincante, el saliente Goodluck Jonathan.

"La gente está celebrando porque esto es para el bien de Nigeria", declaró, entusiasta, un habitante de Abuja a la enviada especial de RFI. "Tenemos que cambiar el sistema porque en general, desde afuera, la gente nos ve como personas indisciplinadas, corruptas. Esperamos que ahora habrá buena gobernanza", agregó.

El nuevo presidente electo, Muhammadu Buhari, es una figura del paísaje político nigeriano desde hace treinta años. Desde el retorno de la democracia, esta es la tercera vez que se presenta a la elección presidencial. Sobretodo, dirigió el país con mano dura entre 1983 y 1985, tras derrocar a su predecesor y antes de ser derrocado, él también, por un golpe de Estado. Su reinado se recuerda como el de la lucha contra la corrupción y contra lo que llamaba la "indisciplina". Un Estado policial también marcado por violaciones a los derechos humanos.

Partidarios del nuevo presidente electo, Muhammadu Buhari, celebran la victoria de su candidato en la ciudad nortina de Kano, este martes 31 de marzo de 2015.
Partidarios del nuevo presidente electo, Muhammadu Buhari, celebran la victoria de su candidato en la ciudad nortina de Kano, este martes 31 de marzo de 2015. REUTERS/Goran Tomasevic

Para muchos electores nigerianos, su perfil de hombre fuerte e intransigente apareció como lo adecuado para un país que enfrenta dificultades económicas y de inseguridad con la insurgencia de la secta islámica, Boko Haram, en el norte, que ha dejado 13.000 muertos en seis años.

" Tenemos que arreglar nuestro sistema de educación, tenemos que poner fin a la corrupción y a la inseguridad", explicó a RFI otro habitante de Abuja que votó por Buhari. "Yo soy del Noreste del país y hace cinco años que no he vuelto a mi tierra natal. Allí, los negocios no funcionan a causa de la inseguridad", indicó, pero con Buhari, oramos y esperamos que haya cambios. "

Musulmán originario de ese norte pobre y que se siente abandonado, Buhari logró unificar a la oposición y eligió estratégicamente a un vicepresidente cristiano.

Con su llegada al poder, los nigerianos experimentan por primera vez la alternancia democrática pues, desde el retorno de la democracia en 1999, siempre había gobernado el Partido Democrático Popular (PDP) que ahora presentaba al saliente Goodluck Jonathan.

Queda por ver si, como lo asegura el propio Buhari, el ex general golpista realmente se ha "convertido" a la democracia.

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