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Enfoque Internacional

Ramaphosa, de sindicalista a multimillonario presidente de Sudáfrica

Primera modificación:

El conocido empresario Cyril Ramaphosa se convierte en el nuevo presidente de Sudáfrica tras la dimisión de Jacob Zuma, salpicado por numerosos escándalos políticos.

Cyril Ramaphosa, nuevo presidente de Sudáfrica, en Ciuda del Cabo, el 11 de febrero de 2018.
Cyril Ramaphosa, nuevo presidente de Sudáfrica, en Ciuda del Cabo, el 11 de febrero de 2018. REUTERS/Mike Hutchings
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La presión interna ha sido más fuerte que el ya expresidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, que el pasado miércoles dimitía de sus funciones tras semanas de polémica por las acusaciones de desvío de fondos públicos que pesan contra el mandatario. Una de las 800 causas judiciales en la que se ha visto implicado, por corrupción o tráfico de influencias, entre otras.

Poco convencido de su decisión pero con la amenaza de una moción de censura entre los suyos, Zuma se despedía dejando paso al vicepresidente Cyril Ramaphosa. Conocida figura política de los años 90, Ramaphosa, pasó a dedicarse a los negocios donde amasó una gran fortuna, tras perder el liderazgo de su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC).

"Ramaphosa es una figura clave de la historia moderna de Sudáfrica, él fue el líder de las negociaciones con el antiguo régimen, en los 80, cuando Mandela todavía estaba en prisión", explica Eduardo Arques, director de la Casa de España en Sudáfrica. "En los 90, destacó como un líder sindical muy importante, reconocido por sus dotes de negociación. En teoría era el heredero de Mandela y el que Mandela designó pero finalmente fue Thabo Mbeki, que también tenía una reputación bastante buena cuando obtuvo la presidencia".

Tras una década en el sector privado, haciendo negocios con inmobiliarias, minas y famosas cadenas de comida que le erigieron como una de las mayores fortunas del continente africano con un patrimonio estimado en más de 450 millones de dólares, Ramaphosa regresó a la política en 2014.

Un perfil liberal que marca el futuro de la ANC, que en sus orígenes era el partido de liberación vinculado con el Partido Comunista y vetado por el aparato del apartheid.

"Es un hombre de negocios que conoce muy bien el sistema empresarial con lo que ya vale para establecer las premisas del partido. Ese ANC revolucionario ya no existe, es una retórica que se mantiene porque es atractiva para el electorado, pero del dicho al hecho hay un trecho", analiza Arques. "Es un partido capitalista liberal como cualquier otro partido que exista en occidente. Seguramente implantará una política pragmática proempresarial para favorecer la creación de empleo a través de la empresa".

Arques comenta en este contexto que el regreso de Ramaphosa a la política tenía ya por tanto una agenda bien marcada. La ANC mira ya de frente a los comicios electorales del próximo año, imposibles de ganar con las acusaciones existentes contra Zuma.

Que el ANC pierda las elecciones "sería algo sin precedentes en un país de reciente descolonización, llamémoslo asi. Si nos atenemos a la historia política de otro países, los partidos llamados de liberación siempre se han matenido en el poder durante décadas".

- Eduardo Arques, director de la Casa de España en Sudáfrica, entrevistado por Carlos Pizarro.

 

 

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