Puerto Rico ha entrado oficialmente en una situación de impago, luego de sólo abonar US$ 628.000 a la agencia Corporación de Financiamiento Público (CFP) en vez de US$ 58 millones como parte de una deuda de US$ 72 mil millones.
Según dijo la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento, Melba Acosta, el Estado Libre Asociado a Estados Unidos sólo abonó US$ 628.000 por “falta de fondos asignados para el año fiscal en curso”. El gobernador Alejandro García Padilla calificó hace poco de impagable la deuda del estado que asciende a US$ 72 mil millones.
Es la primera vez en la historia que Puerto Rico no paga una deuda pero viene arrastrando ocho años de recesión: las finanzas de la isla se vieron severamente golpeadas al finalizar en 2006 un sistema de exoneración fiscal para las empresas lo que provocó una caída de la actividad económica, entre otros factores.
La crisis ya se compara a la de Grecia y se habla de la “Grecia del Caribe”, pero según José Joaquín Villamil, economista y analista de la consultora Estudios Técnicos en San Juan, "las consecuencias socioeconómicas de la crisis fiscal de Grecia han sido muchísimo más profundas que aquí en Puerto Rico".
Para el economista, una solución a corto plazo es impensable aunque Estados Unidos podría lanzar un chaleco salvavidas: "Hay una medida que se está considerando en el Congreso que permitiría que las corporaciones públicas de Puerto Rico, y los municipios, puedan acogerse a la ley de quiebra de Estados Unidos".
Mientras tanto, el gobierno de García Padilla prepara a contrarreloj un plan de reestructuración que lo saque a flote y revierta su problema de liquidez.
Entrevistado: José Joaquín Villamil, economista y analista de la consultora Estudios Técnicos en San Juan, Puerto Rico.
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