Los argentinos, cansados de la vehemencia de Cristina Fernández de Kirchner y del discurso estereotipado de los peronistas, quisieron probar otra cosa al elegir a Mauricio Macri como presidente. El cambio es importante, pero son muchos los desafíos que tendrá que enfrentar el presidente electo.
Entre las medidas concretas que anunció Mauricio Macri durante su campaña figura el levantamiento del cepo cambiario, es decir la supresión del control de cambios que debería traducirse por una devaluación del peso frente al dólar.
Muchos empresarios lo estiman necesario para restaurar la competitividad del sector exportador, pero la devaluación podría hacer aumentar los precios internos, lo que afectaría el poder adquisitivo de los asalariados.
Sus adversarios describen a Macri como un liberal que implementaría recetas económicas similares a las de los años 90. Él prefiere definirse como un “desarrollista”, en referencia a la política del expresidente Arturo Frondizi.
Hay muchas conjeturas acerca de lo que planea hacer Macri, pero para conocer sus verdaderas intenciones, habrá que esperar la formación del gabinete y su discurso inaugural ante el Congreso el próximo 10 de diciembre.
Entrevistados: Rosendo Fraga, politólogo, Julia Pomares, investigadora y especialista en políticas públicas, y Orlando D’Adamo, analista.
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