Unas 90.000 personas han sido desplazadas de Fort McMurray, la localidad canadiense devorada por las llamas a causa de un incendio ya catalogado por el gobierno como el desastre natural más costoso del país.
Antes del incendio, Fort McMurray era una de las ciudades más ricas de América debido a las bases de refinerías que generan producción de crudo a partir de arenas bituminosas. Hoy, se ha convertido en una ciudad fantasma.
Las personas desplazadas de Fort McMurray han sido reubicadas en ciudades y pueblos limítrofes a la espera de volver a entrar en sus hogares. Los desplazados hablan de una gran solidaridad y un gran apoyo de los distintos sectores civiles y religiosos.
Se calcula que las pérdidas de este devastador incendio pueden superar los 7.000 millones de dólares. La ciudad habría quedado intacta en un 90%. Según informaron los bomberos que trabajan en la zona, los habitantes de Fort McMurray no podrán regresar a sus hogares antes de dos semanas.
Entrevistados: Pilar Ramírez, colombiana desplazada, Eduardo Viale, peruano desplazado, y Karina Falasca, mexicana desplazada.
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