Las elecciones de este domingo en 14 estados mexicanos estuvieron marcadas por una derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI), vieja formación política que gobierna actualmente el país.
El Partido Acción Nacional (PAN), del expresidente Vicente Fox, arrebató al PRI siete estados: Chihuahua, Quintana Roo, Durango, Puebla, Aguascalientes, así como Tamaulipas y Veracruz, dos bastiones donde el PRI ha gobernado sin interrupción desde la Revolución Mexicana.
En estos dos estados, la violencia y la impunidad pusieron en alerta tanto a la ONU como a organizaciones como Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras.
En Veracruz, el gobernador electo Miguel Ángel Yunes asegura que su antecesor Javier Duarte acabará en la cárcel por desvío de fondos. La pregunta es si la alternancia podrá o no reducir la violencia y la corrupción.
La otra tendencia de estos comicios es la consolidación de la formación de izquierda de Andrés Manuel López Obrador, MORENA, que alcanzó buenos resultados en cuatro entidades, aunque sin alcanzar ninguna gubernatura.
Su mayor logro fue obtener la mayoría relativa de escaños en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Una victoria empañada por una participación muy baja: sólo el 28% de los electores de la capital mexicana acudió a las urnas.
Entrevistado: Leonardo Curzio, analista político y conductor de programa en NRM radio.
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