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COLOMBIA

Comienza el fin de la guerra

Durante unas pocas horas el salón de protocolo de Centro de convenciones El Laguito, en las afueras de La Habana, se convirtió en el país en paz que muchos colombianos sueñan.

REUTERS/Alexandre Meneghini
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En medio de periodistas, diplomáticos, militares, policías e insurgentes, todos en camisa blanca e interactuando serenamente, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el comandante en jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, sellaron el punto tres de una agenda de negociaciones para la paz que está cerca de culminar con la firma de este punto: El fin del conflicto.

Los presentes escucharon con atención a Rodolfo Benítez, representante del gobierno de Cuba, quien leyó el acuerdo alcanzado por las partes. La presencia del secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, junto a la del presidente cubano Raúl Castro y los presidentes de Chile, Venezuela, El Salvador, ilustra el fuerte apoyo internacional a la búsqueda de la paz en Colombia.

Sin duda el anuncio que sorprendió a muchos de los presentes es que el acuerdo final de paz será firmado en Colombia.

Respecto a los detalles del punto pactado, las partes confirmaron que la concentración de guerrilleros tendrá lugar en 23 zonas, poblaciones y 8 campamentos en las que los guerrilleros estarán de civil y sin armas. “Las zonas veredales transitorias de normalización tienen como objetivo garantizar el cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas e iniciar el proceso de preparación para la reincorporación a la vida civil de las estructuras de las Farc en lo económico, lo político y lo social, de acuerdo con sus intereses”, precisa el acuerdo.

También se subrayó que será Naciones Unidas quien recibirá las armas de los desmovilizados. “Para garantizar el control efectivo del armamento en cada zona se determinará un solo punto de almacenamiento, dentro de uno de los campamentos, en donde estarán ubicados los contenedores bajo el monitoreo y verificación permanente del Componente Internacional del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, de acuerdo con los protocolos concertados entre el Gobierno Nacional y las Farc”.

Ambas partes acordaron que aceptarán el mecanismo de refrendación que avale la Corte Constitucional para que finalmente sea el pueblo colombiano quien diga si acepta o no los acuerdos de paz logrados en tres años de negociación en la Habana

Se llegaron además a acuerdos para garantizar la seguridad de los comandantes guerrilleros. Los comandantes estarán custodiados por un dispositivo de seguridad mixta es decir, compuesto por desmovilizados y fuerzas institucionales del Estado.

Tras la lectura y firma del acuerdo, el presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las Farc, Timochenko, se dieron en medio de efusivos aplausos un apretón de manos. Por su parte, el presidente Raúl Castro dijo: “La paz no es utopía, es un derecho de todos los pueblos” y garantizó que Cuba, en su condición de garante, seguirá brindando las facilidades necesarias y contribuyendo en todo lo posible para que se cumple este acuerdo.

El jefe de las FARC, ‘Timochenko’ mencionó que se está “muy cerca de la firma final que iniciará la construcción de una paz estable y duradera” y el presidente Juan Manuel Santos insistió varias veces en que se garantizará la justicia para las víctimas.

El inicio del cese al fuego bilateral

El silencio definitivo de los fusiles de ambos ejércitos es uno de los temas más complejos pues, aunque la agenda de La Habana dice expresamente que el cese, la dejación, la reinserción y las garantías de seguridad son procesos simultáneos que entran en vigencia a partir de la firma del Acuerdo Final, el acto legislativo aprobado en el Congreso recientemente para blindar los acuerdos señala que el día “D”, como se conoce este día, se iniciará cuando se refrende el acuerdo. La consecuencia lógica de este hecho es que habría que esperar varios meses para iniciar el cese.

Sin embargo este inconveniente se puede resolver si este acuerdo de tres puntos se radica inmediatamente en Suiza como Acuerdo Especial y si el presidente Santos realiza una declaración unilateral ante el secretario de la ONU, diciendo que el Estado colombiano se compromete a cumplirlos. A partir de ese momento la ONU tiene 30 días para montar su dispositivo de verificación.

¿Cuáles son los temas pendientes?

Por el momento aunque con sub-puntos pendientes, el gobierno y las FARC llegaron a acuerdos inéditos en temas de repartición de tierras, participación política, lucha contra cultivos ilícitos, y reparación a las víctimas de 50 años de guerra.

Del punto tres, es decir el relacionado con el fin del conflicto, falta lo relativo a reinserción y a la situación de los prisioneros de las FARC, en lo que es clave la ley de amnistía, sobre la que ya hay un borrador de acuerdo.

Finalmente falta casi todo el punto 6. Es decir el que tiene que ver con la refrendación. A la fecha el camino del plebiscito en la Corte Constitucional parece tener vía libre y ha sido bien vista por las FARC. Sin embargo la opinión pública colombiana sigue muy divida frente al proceso y las concesiones a los guerrilleros que implica. El expresidente Álvaro Uribe Vélez y sus seguidores siguen enfilando baterías para aumentar la oposición de la población a los acuerdos alcanzados.

Grandes preguntas quedan abiertas sobre cómo se va a financiar el posconflicto, y como ponerse de acuerdo en la solución de diferencias que aún están en el “congelador”, como así bautizaron las partes los temas sensibles que a la fecha aún están sin solucionar y que hacen parte de los acuerdos firmados.

(Desde La Habana)
 

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