Arresto de islamistas: ‘La amenaza es real’, opina experto en seguridad
Marcelo Rech, director del Instituto InfoRel de relaciones internacionales y seguridad (con sede en Brasilia), evaluó para RFI la dimensión de la amenaza terrorista tras la detención, el jueves, de 10 ciudadanos brasileños que planificaban ataques terroristas durante los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro.
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La policía de Brasil arrestó este jueves a una célula compuesta por al menos 10 ciudadanos brasileños que planificaban ataques terroristas durante los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro. Los detenidos eran investigados desde abril. Todos participaban de un grupo denominado Defensores de la Sharia y planificaban adquirir armamento para cometer crímenes en Brasil y en el exterior, detalló el ministerio de Justicia en un comunicado.
Las autoridades brasileñas aseguran que se trataba de un grupo “amateur” y “desorganizado”, aunque para Marcelo Rech, director del Instituto InfoRel de relaciones internacionales y seguridad (con sede en Brasilia), no hay que minimizar el peligro.
“La amenaza es real, no tengo ninguna duda, por eso las críticas a las autoridades. Hay que considerar que la alerta es altísima”, dice a RFI. Los sospechosos “estaban negociando la compra de armas de grueso calibre en Brasil, habían jurado lealtad a una organización terrorista de las más sanguinarias que tenemos”, subraya.
“Yo creo que lo que las autoridades están tratando de mostrar que han prevenido algo que pudiera pasar, lo que es importante, pero no quieren de ninguna forma admitir que hay un riesgo real y concreto de que haya un atentado terrorista antes, durante o después de los juegos olímpicos”; opina.
Rech señala que Brasil tiene falencias para monitorear la actividad terrorista en el país. “Lo que pasa es que en Brasil los aparatos de inteligencia han vivido más de una década de problemas, de falta de recursos, de infraestructura, de tecnología, lo que hace que sea bastante difícil conocer la extensión de esos grupos”, lamenta.
En cuanto al carácter “amateur” sin una afiliación clara, no sería necesariamente una buena noticia. “No tengo elementos para creer que se trate de una célula estructurada, organizada, jerarquizada y que tenga vínculos directos con el Estado Islámico o con cualquier otra organización terrorista. Y eso, lejos de ser algo positivo, es algo mucho más negativo porque hace que la neutralización de esos elementos sea mucho más difícil”, estima.
En cuanto a por qué Brasil registra esta actividad islamista, Rech dijo a RFI: “Aquí en el sur de Brasil, la cantidad de mezquitas se ha triplicado en los últimos dos años. Eso en sí no significa que ha crecido el terrorismo, pero seguramente ha crecido el radicalismo, lo que puede llevar a que muchos de los miembros -que frecuentan esas comunidades y también mantienen contactos en internet con extremistas del otro lado del mundo- puedan fácilmente ser reclutados y ahí estar dispuestos a atentar”.
Entrevista de Aida Palau
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