Un tribunal de EE.UU. falla a favor de Chevron en su litigio con Ecuador
La decisión no anula el cobro de la multa millonaria impuesta en 2011 por contaminación ambiental, pero sí impide que se ejecute en EE.UU. y que el caso se siga en países donde la petrolera tiene activos.
Primera modificación:
Es un nuevo episodio en la larga batalla legal en el caso que desde 2001 enfrenta a un grupo de indígenas ecuatorianos, representados por Steven Donziger, contra la empresa petrolera Chevron – caso conocido como “Chevron corp. vs. Donziger” –, en el juicio por contaminación ambiental en la región de Lago Agrio, iniciado en 1993 contra la empresa Chevron–Texaco.
La Corte de Apelaciones de los Estados Unidos ratificó este 8 de agosto la sentencia favorable a la multinacional en 2014, que impide que Ecuador pueda reclamar, en territorio estadounidense, la multimillonaria multa de 9.500 millones de dólares contra la petrolera.
La sentencia evita también que el caso lleve a efectos en Canadá, Brasil y Argentina, donde Chevron tiene activos. "Hemos considerado todos los argumentos de Donziger y los representantes de Lago Agrio [LAP] – el pozo petrolero en litigio – en esta apelación y no hemos encontrado en ellos ninguna base para el despido o la reversión. La sentencia de la corte de distrito se afirma", dice la conclusión del fallo de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos, emitida el lunes 8 de agosto de 2016.
Entre 1964 y 1990, el consorcio petrolero Texaco opera en la Amazonía ecuatoriana. Cuando se retira del país deja atrás un daño ambiental colosal. Más de 900 fosas de desechos de petróleo, o sea cerca de 5,6 millones de metros cúbicos, que mantienen desde hace 26 años hasta hoy la contaminación de la tierra y del agua. Es el peor desastre ambiental intencional. Intencional porque teniendo la tecnología de proteger la naturaleza, la empresa no lo hizo con el objetivo de aumentar sus ganancias.
Los habitantes de la región se organizaron para demandar a la multinacional y así obtener reparaciones por todos los perjuicios. Texaco, que se convirtió en Chevron, logró que el caso fuera juzgado en Ecuador y no en Estados Unidos donde la justicia condenó a la compañía en 2013.
Desde que fuera multada por la justicia ecuatoriana en 2011, Chevron se ha negado a pagar. Ahora, la empresa multinacional parece tener los argumentos para evitar aquella deuda.
Una batalla perdida, pero no la guerra
Deepak Gupta, abogado los querellantes ecuatorianos, considera que se trata de un fallo sin precedentes y que pone en peligro los futuros casos contra grandes corporaciones. “La decisión pone en manos de corporaciones adineradas un patrón para eludir la responsabilidad legal en cualquier parte del mundo”, afirmó Gupta en un comunicado. Además, advirtió, “tira por la ventana todo el marco de implementación internacional de sentencias”.
Por su lado, el vicepresidente de Chevron, R. Hewitt Pate, considera que la actual sentencia demuestra que todo el caso contra la multinacional es “ilegítimo y el producto inaplicable de una mala praxis”.
Pese a ello, una portavoz de los demandantes, Karen Hinton, dijo a los medios estadounidenses que seguirán “explorando todas las opciones para una nueva apelación” del fallo. “Por muy decepcionante que sea, este fallo no va a impedirle a los ecuatorianos, a sus abogados y a sus seguidores seguir buscando la justicia en Canadá y en otros países donde están en marcha juicios para decomisar activos de Chevron”, prometió Hinton.
¿Un juez corrupto?
El conflicto se remonta a 1993, cuando un año después de la salida de Texaco de territorio ecuatoriano, Donziger interpuso una demanda ante los tribunales de Nueva York, exigiendo una reparación económica para 30.000 indígenas de Lago Agrio – región amazónica ubicada en el noroeste del país –, que habían visto sus aguas contaminadas por la actividad de Texaco entre 1964 y 1992. Cuando Chevron adquirió Texaco en 2001, heredó la contienda legal.
En febrero de 2011, el juez Nicolás Zambrano de la Corte Provincial de Sucumbíos en Nueva Loja, Ecuador, había fallado a favor de una multa de 19.000 millones de dólares contra la petrolera, que fueron luego reducidos a la mitad.
En marzo de 2014, tras la apelación de Chevron, un juez neoyorquino determinó que la sentencia emitida en 2011 había sido fraudulenta. Chevron denunció entonces a Donziger, acusándolo de haber falseado informes medioambientales, y sobornado a jueces.
RFI – Nicolás Bello Amézaga
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