El peso de las cooperativas mineras en Bolivia
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La semana pasada, el viceministro del Interior boliviano, Rodolfo Illanes, fue linchado por mineros cooperativistas que bloqueaban carreteras para protestar contra una reforma, tras haber ido a negociar con ellos.
El mandatario Evo Morales trató de cobardes a los autores de este crimen sin precedentes y el viceministro Illanes fue decretado “héroe defensor de los recursos naturales”. El brutal asesinato del representante del Estado que murió por derrame cerebral revela una vez más la violencia que caracteriza los conflictos mineros con las cooperativas.
Estas empresas rechazan una reforma laboral que introduciría sindicatos en sus estructuras y que rompería con prácticas ilegales, según Marco Gandarillas, miembro del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB).
Sin embargo, estas cooperativas tienen estrechos vínculos con el Estado. La Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) es una gran aliada de Evo Morales. Además, los mineros cooperativistas ocupan cargos en el Ejecutivo, en una Superintendencia del gremio y en el Congreso donde cuentan con senadores y diputados.
El asesinato de Rodolfo Illanes pone a prueba la relación con este sector que se ha ido alejando poco a poco del mandatario. Aun así Marco Gandarillas piensa que las dos partes negociarán y que las cooperativas obtendrán satisfacción.
Con unos 60.000 afiliados, el peso político de Fencomin es innegable. La minería representa más del 25% de las exportaciones de Bolivia, una cifra que la convierte en un sector clave del desarrollo nacional y que explica un comportamiento casi mafioso, como lo califica Marco Gandarillas.
Entrevistados: Roberto Lacerna, investigador social, y Marco Gandarillas, miembro del Centro de Documentación e Información Bolivia – CEDIB (al micrófono de Braulio Moro).
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