El giro del discurso de Trump pasa por México
El candidato republicano visita México en momentos en que intenta seducir a las minorías étnicas norteamericanas, el electorado más refractario a su discurso antiinmigrantes.
Primera modificación:
Los votos de la empobrecida clase blanca y con bajos niveles de educación no bastan para ganar la elección presidencial estadounidense. Los dicen los sondeos que repiten que la candidata Hillary Clinton lidera las intenciones de votos y Donald Trump se estanca.
Con esta perspectiva, el magnate estadounidense intenta en los últimos días captar el esquivo voto de las minorías étnicas, alejadas por el apoyo de grupos supremacistas blancos a Trump y su promesa de restringir el ingreso de musulmanes y edificar un muro en la frontera con México pagado por el país latinoamericano.
A los ciudadanos negros, Trump aseguró recientemente que nada tienen que ganar con Clinton y que la política migratoria republicana los favorecerá.
Sostuvo la semana pasada que una nueva política económica y un cambio de dirigentes permitirán resolver los problemas que acucian a los negros estadounidenses, al tiempo que la expulsión de los inmigrantes indocumentados permitiría absorber el desempleo.
"Cada vez que un ciudadano negro, o cualquier ciudadano, pierde su trabajo por causa de un inmigrante clandestino, los derechos de ese ciudadanos estadounidense son absolutamente violados", afirmó.
Entretanto, lanzaba spots de propaganda de “latinos con Trump”. Y sobre todo, anunció el martes la sorpresiva visita este miércoles a México, invitado por el presidente Enrique Peña Nieto.
"Invité a México a los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, para conversar sobre la relación bilateral. Mañana recibo a Donald Trump (...) Creo en el diálogo para promover los intereses de México en el mundo y, principalmente, para proteger a los mexicanos donde quiera que estén", escribió Peña Nieto.
Desde el lado demócrata no tardaron en recordar los dichos del magnate inmobiliario.
"Trump ha pintado a los mexicanos como 'violadores' y criminales y ha prometido deportar a 16 millones de personas, incluyendo a niños y ciudadanos estadounidenses", advirtió el comunicado del equipo de campaña de Clinton.
Recordó que Trump ha amenazado con construir un muro en la frontera con México, a pagar por el país latinoamericano, y que si se niega a hacerlo congelará las remesas que los mexicanos envían a sus familias, uno de los principales ingresos de este país.
Resta por ver si el imprevisible Trump tratará de moderar sus palabras para conseguir votos latinos o meterá el dedo en la llaga del otro lado del Río Grande.
Lo que no está claro es qué gana Peña Nieto con esta invitación en momentos en que él mismo se encuentra en una posición política frágil.
"Este encuentro es incomprensible desde la perspectiva mexicana. ¿De qué van a dialogar? ¿Del precio del muro? Clinton ya lo dijo bien, Trump está incapacitado mentalmente para gobernar, pero Peña Nieto al recibirlo lo va a legitimar", dijo a la AFP Alejandro Hope, exagente de la inteligencia mexicana y actual analista político.
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