¿Qué recuerda del 11 de septiembre de 2001?
Indudablemente, los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, no solo aterrorizaron a los estadounidenses. El mundo entero, o por lo menos el occidental se estremeció ante tanta barbarie. Los ataques fueron presenciados, vividos en directo por millones de personas a lo largo y ancho del planeta a través de la televisión. Algunos de nuestros oyentes compartieron con nosotros sus recuerdos.
Primera modificación: Última modificación:
Manuel estaba en su oficina en una ciudad del Estado de Florida:
“La dirección nos avisó sobre la tragedia y nos mandó a todos a la casa. Cuando llegué y vi en la televisión lo que estaba pasando se me aguaron los ojos de dolor. Recuerdo haberle dicho a mi esposa que a pesar de lo horrible del hecho, había que quitarse el sombrero por los arquitectos e ingenieros que construyeron las torres gemelas porque cayeron como cuando se derriba un edificio para construir otro en el terreno, rápido y derecho. Ninguno de los edificios cayó de lado. Esas cosas que uno piensa en momentos tan trágicos. Después supe que otras personas con experiencia en arquitectura e ingeniería habían hecho la misma observación. Hoy en día aún hay investigaciones abiertas sobre lo ocurrido”.
Elías se hallaba montando fotos en un laboratorio fotográfico donde trabajaba en Lausana, Suiza:
“Escuché por la radio un extra que informaba sobre el impacto de un avión comercial sobre una de las torres gemelas en Nueva York. Alarmado llamé inmediatamente por teléfono a una hermana que vivía en Connecticut para saber cómo estaban ella su esposo e hijos puesto que acostumbraban ir constantemente a Nueva York. Afortunadamente estaban bien y mientras comentabamos lo ocurrido supimos de un segundo impacto y el derrumbe de ambas torres. Muy impresionado por lo sucedido ese día al volver a mi hogar, después del trabajo, vi por CNN internacional las terribles imágenes de lo acontecido y no podíamos creer que el año anterior habíamos estado comiendo pizza en el último piso de una de las torres".
Annie viajaba en ese momento de Madrid a Caracas:
“Yo estaba en un avión junto a mis hijos y nos enteramos en el aeropuerto de Maiquetía de lo que había sucedido. Recuerdo que las aeromozas estuvieron muy alteradas durante el vuelo y había un ambiente raro por parte de la tripulación que los pasajeros notábamos sin saber lo que ocurría. Mi esposo estaba aterrado esperándonos en Caracas”.
Victor también estaba en un avión:
“Yo estaba en un vuelo de KLM procedente de Ámsterdam con destino a Nueva York. Durante el viaje no se informó sobre el atentado. Apenas aterrizó el avión el piloto anunció el desastre. La reacción de los pasajeros fue de terror y angustia. Afortunadamente durante el vuelo nadie se enteró de lo ocurrido! Yo corrí a la casa para llamar pues mi hijo trabajaba muy cerca de las torres gemelas y regularmente pasaba a esa hora con el subway”.
Germán creyó que se trataba de una película de acción:
"Me encontraba en mi casa en Caracas viendo televisión cuando de pronto presentaron el momento en que se incendiaba uno de los pisos de un edificio en una ciudad de USA y mientras narraban a gritos lo ocurrido, un avión se estrellaba contra el edificio de al lado. Todo eso me hizo pensar en otra película fantasiosa americana y cambié de canal porque ese tipo de películas no me gustan, pero, cuando vi que en el otro canal pasaban la "misma película" le puse más atención y es cuando pude comprobar que se trataba realmente de un hecho terrible, de un miserable atentado. Creo que se me salieron las lágrimas".
"Cuando repiten por TV el momento del suceso, cambio el canal porque el recuerdo del hecho me hace sentir un gran dolor".
Raquel se dio el gran susto:
"Estaba en mi clase de stretching aquí en París. Cuando salí constaté que tenía 5 llamadas. Cuando escuché los mensajes me enteré de lo que había ocurrido. Mi primera reacción fue llamar a mi hija que vive en Nueva York para saber si estaba bien".
"Hoy en día aún pagamos las consecuencias de lo que Bin Laden desencadenó. Cada vez más. Ahora no hay sitio seguro en el planeta".
Alicia fue una de esas personas que vio el ataque a las torres en directo:
“Como todas las mañanas estaba viendo las noticias por un canal internacional. De pronto interrumpieron para informar sobre un avión que había chocado con una de las torres gemelas. Comencé a llamar a mi marido para hablarle de lo que creíamos que era un accidente cuando vimos llegar el otro avión. Fue algo horrible. Ninguno de los dos salió de la casa ese día. Llamamos a todos nuestros familiares que viven en diferentes lugares de los Estados Unidos, incluyendo Nueva York, y nos quedamos mirando la televisión sin poder creer lo que estábamos presenciando”.
Andreina parece estar aún en la sala de redacción del diario en el que trabajaba:
“Son casi las 10 de la mañana del 11 de septiembre de 2001. Empieza una jornada en la sede del Diario venezolano Ultimas Noticias. Soy foto-reportera, la única mujer entre una veintena de reporteros gráficos, es el final del verano en Nueva York".
"Yo sueño con visitar esa ciudad, estoy gestionando mi primera visa, como periodista".
"Ya en la televisión, unas horas antes, se anunciaba: Hay un incendio en los pisos superiores de una de las torres del World Trade Center".
"La sala de redacción está llena. No cabe un alma más. Los señores de limpieza, los periodistas, mensajeros, fotógrafos, todos pendientes de las imágenes que llegan de los Estados Unidos".
"Primera alerta: "Un avión se estrella el martes por la mañana contra una de las torres del World Trade Center en Nueva York, informan las cadenas de televisión estadounidenses". Se difunde en el hilo informativo de la AFP a las 08H58, hora de Nueva York.
"Los rostros se repiten en gestos, manos en la cara, sobre la boca como para evitar que se escape una gran verdad: "Hoy el mundo ha cambiado, ya nada será igual" comenta alguien, mientras otro responde ¿"Igual a qué?". Esto es el inicio de una guerra, no se anunciará como tal, y tampoco sabremos su final. Como toda guerra somete el tiempo a sus designios".
"Los reporteros comienzan a tomar sus pautas, a dar cobertura a nuestra guerra interna, la era Chávez apenas comienza y ya hay que defender el derecho a trabajar como reportero en la calle, cámara en mano, arranca la jornada, sólo que con otra mirada. Hoy el mundo ha cambiado".
Iruña también estaba en Caracas:
"Estaba lista para salir a la Asamblea Nacional a la consulta sobre la reforma del Código orgánico procesal penal, en mi condición de vice-presidenta de Alarma, Asociación Virtual de Víctimas de Robo de Vehículos. Me llamó una amiga, alarmada, porque un avión había chocado contra una de las Torres Gemelas, que por cierto, mi papá me llevó a conocer cuando las inauguraron. Prendí la televisión y vi chocar el avión en la segunda torre. Corrí a la puerta y salí disparada a buscar a mis hijas menores al colegio, que era internacional-norteamericano. Por el camino fui llamando a las mamás amigas y recogí a un montón de criaturas y las fui repartiendo en sus casas".
Vicente estaba visitando apartamentos:
“Me me había mudado a París y tenía meses durmiendo en los sofás de los amigos. La persona que nos hizo visitar el lugar nos habló de un "ataque terrorista. Buscamos un televisor y vimos caer la segunda torre... Parecían imágenes de una película gringa de acción, de esas que tanto les gustan a ellos..."
"Luego pensé en mis amigos en Nueva York, en el editor de la revista para la cual escribía y en otros... Me pareció que, finalmente, los americanos estaban viviendo los horrores de la guerra, no como ejército de ocupación, que es lo que hacen tradicionalmente, sino como la vive el resto del mundo: con muertes civiles en tu territorio, con mujeres y niños cuyas vidas se ven truncadas".
"Creí, ingenuamente, que se lograría aplacar la violencia mundial. Ya todos sabemos qué pasó después, sobre todo los 120 mil civiles iraquíes muertos, que nada tuvieron que ver con los 3 mil norteamericanos. Por algo recordamos y celebramos esta fecha y no otras, cuyas atrocidades han sido peores".
"La historia la escriben los poderosos”.
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