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Enfoque Internacional

Colombia en busca de un nuevo acuerdo político

Primera modificación:

Con un 50,21%, el ‘No’ a los acuerdos de paz negociados por el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC fue mayoritario en el plebiscito de este domingo en Colombia. Todo lo acordado en La Habana por lo tanto caducó. ¿Y ahora qué? Entrevista con Sophie Daviaud, investigadora del Instituto de Ciencias Políticas de Aix-en-Provence y especialista de Colombia.

No voy a renunciar a la paz, aseguró el presidente colombiano Juan Manuel Santos después de los resultados del plebiscito el domingo 2 de octubre de 2016.
No voy a renunciar a la paz, aseguró el presidente colombiano Juan Manuel Santos después de los resultados del plebiscito el domingo 2 de octubre de 2016. Colombian Presidency
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¿Por qué votaron los colombianos mayoritariamente en favor del ‘No’?

Este resultado es una sorpresa para la mayoría de los comentaristas. Muestra el profundo rechazo a las FARC por parte de un gran sector de la población colombiana, su cansancio, la manera como las FARC se han aislado de la población sobretodo políticamente a través de sus métodos como el secuestro, las atrocidades que han cometido. Esto demuestra que el proceso en La Habana no fue suficiente para recuperar la confianza con la población colombiana.

¿Cómo se desglosa el voto geografica y socialmente?

En Bogotá, la capital, por ejemplo, ganó el Sí. Las costas en general votaron en favor de los acuerdos de paz. El centro del país en cambio votó más por el No, como por ejemplo en el departamento de Antioquia que apoya muy fuertemente al expresidente Álvaro Uribe. Lo que hay que destacar también y que es importante es el voto de las víctimas: la mayoría de las zonas más afectadas como el Cauca, Nariño, el departamento del Chocó votaron por el Sí en su gran mayoría. Entonces ese voto no es un voto de las personas directamente afectadas por la guerra sino un voto de la clase media, media-alta, de gente afectada económicamente también por las FARC y el secuestro y también de personas que se posicionan políticamente en el centro-derecha en el espectro político colombiano.

¿Qué pasará en los próximos días? Quedó nulo el acuerdo de La Habana?

Sí. Todo lo que se había pactado se ha derrumbado. Así lo había decidido la Corte Constitucional. Es una gran derrota para el gobierno y todo el equipo negociador. No quiere decir sin embargo que todo se venga abajo. Inmediatamente el presidente y el líder de las FARC dijeron que iban a escuchar el mensaje y las reivindicaciones de los partidarios del No que iban detrás del expresidente Uribe y de muchos otros voceros.
Creo que todo queda abierto todavía. No me quiero arriesgar a demasiadas conjeturas pero creo que hay dos vías. Una es volver a La Habana para renegociar ciertas partes del acuerdo. Los que plantean más problemas son el acuerdo sobre justicia, pues los defensores del No están en contra del hecho de que los guerrilleros no paguen por sus crímenes con cárcel y, segundo, se oponen al hecho de que quienes son responsables de crímenes contra la humanidad puedan hacer política.

La segunda vía es una Asamblea nacional constituyente. Una figura que reclamaban las FARC y que defiende por ejemplo el izquierdista Polo Democrático.
Nuevas propuestas que sean mucho más duras con las FARC es lo que exige una gran parte de la población colombiana.

¿Significa que se van a reanudar los combates?

Por ahora, esperemos que no. La dirección de las FARC, a través de su máximo comandante, ha dicho que van a respetar el cese al fuego. Van a volver a La Habana los negociadores de las FARC y del gobierno.

Los guerrilleros iban a desmovilizarse pero no les dio tiempo para empezar esta etapa prevista en los acuerdos. Pero por lo menos, la orden será respeto al cese de hostilidades mientras se definan las cosas. Obviamente un temor es que muchos combatientes rasos, incluso algunos frentes de las FARC, no sigan estas órdenes y tengan la tentación de retomar las armas. Ese es un punto que va a ser delicado también.

Hay mucha incertidumbre hoy en día en el panorama colombiano cuando hace una semana todo el mundo se alegraba por la firma de los acuerdos de paz.

Ahora en cuanto al impacto político, ¿qué margen de maniobra le queda la presidente Santos para gobernar y para lograr esa paz como se lo ha propuesto?

El presidente Santos se empeñó en realizar el referendo. Mientras que una parte de sus consejeros pensaba que no era una etapa necesaria y que se arriesgaba acabar con todos los esfuerzos realizados en La Habana, él fue muy terco porque decía que necesitaba comprometer a los colombianos con este texto. Creo que no se arrepiente - por lo menos no lo puede hacer públicamente - y que va a seguir en su intento de reorganizar los textos. Es la única opción que tiene.

Obviamente es una derrota política para Juan Manuel Santos. De hecho, es un presidente cuyo índice de popularidad fue relativamente bajo. Así fue durante todo el proceso de negociación. Tuvo dificultades para gobernar. Este resultado lo deja bastante mal cuando esperaba terminar su mandato con todos los logros de un proceso de paz.

En cambio, los partidarios del No se están posicionando en el escenario de las elecciones presidenciales de 2018. Uribe, que no podrá volver a ser presidente pero ya ha designado un sucesor, Oscar Iván Zuluaga, y otras personas que llegan detrás de él o del Centro Democrático, son las personas que en Colombia ganarían mucho espacio político si todo esto se tiene que volver a negociar.

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