Varios países reaccionan a la crisis de la carne brasileña
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Es uno de los mayores escándalos sanitarios de la historia de Brasil: el viernes las autoridades judiciales desmantelaron una vasta red de comercialización de carne de vacuno en mal estado, que habría sido camuflada con productos químicos que en algunos casos serían cancerígenos.
Por el momento, tres plantas frigoríficas fueron clausuradas y otras 20 están bajo alta vigilancia de las autoridades sanitarias. Una catástrofe para la imagen del primer exportador de carne de vaca a nivel mundial, que podría acarrear consecuencias para el resto del sector, según Miguel Gorelik, director de la revista Valor Carne.
Esta crisis podría tener un grave impacto sobre el sector ganadero de Brasil, que emplea más de siete millones de brasileños y representa el 15% de las exportaciones. Tanto China como Chile han suspendido ya las importaciones de carne de Brasil y otros países podrían sumarse a esta tendencia. Para la Cámara Brasileña de Agricultura, en palabras de uno de sus voceros, Thiago Masson, el sistema de control sanitario funciona.
La Unión Europea es uno de los principales compradores de carne brasileña. Por lo tanto la preocupación cunde en el seno del ejecutivo europeo.
En plenas negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, Brasil respondió bloqueando la veintena de frigoríficos bajo sospecha.
Por lo pronto no parece que Brasil vaya a querer jugar el papel de culpable culposo en este caso: el gobierno brasileño ya anunció represalias contra Chile si bloquea realmente las importaciones de carne de Brasil. Está por ver cuáles serán las próximas maniobras del gobierno Temer ante este escándalo.
Entrevistados: Miguel Gorelik, director de la revista Valor Carne (al micrófono de Orlando Torricelli), y Thiago Masson, vocero de la Cámara Brasileña de Agricultura.
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