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Perú

El impacto del ‘Niño costero’ será sobre todo regional

El ‘Niño costero’ está golpeando la sólida economía peruana y tiene en alerta a las autoridades que temen la proliferación de enfermedades como la diarrea, infecciones respiratorias e inflamaciones de la piel así como dengue, zika y chicunguña. La prioridad es aportar agua segura a las zonas afectadas.

Inundaciones en Viru, al norte del Perú, 20 de marzo de 2017.
Inundaciones en Viru, al norte del Perú, 20 de marzo de 2017. ©REUTERS/Douglas Juarez
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Las avalanchas de los últimos días en Perú han bloqueado carreteras, derrumbado puentes y afectado la principal vía férrea del país. Muchos se preguntan qué tanto afectará esto las exportaciones de la importante producción minera.

A diferencia de “El Niño”, calentamiento de aguas del océano Pacífico que alteran el clima en el mundo entero, Perú sufre estos días un Niño que sólo afecta sus costas y las de Ecuador.

“El Niño costero” calienta las aguas del Pacífico frente a Perú, lo que genera mayor evaporación y desata fuertes lluvias en los Andes. Éstas bajan con fuerza convertidas en lo que se denomina “huaicos” –avalanchas de lodo y piedras– destruyendo todo a su paso.

“Las inundaciones van a tener un impacto en la inflación y la canasta básica. En estos días ya se ha notado un aumento en los insumos. Por ejemplo, el pollo y algunas verduras. Algunos de estos productos son más difíciles de conseguir en el mercado. No hay desabastecimiento pero sí un aumento del precio”, explicó a RFI el politólogo Alvaro Maldonado.

Perú es el segundo mayor productor mundial de plata, tercero de cobre y quinto de oro. En 2016 sus exportaciones totales crecieron en un 7,6%, el mejor de la región, con 1.730 millones de dólares de superávit en su balanza comercial. Hoy tiene cortadas varias vías y puentes además de los rieles del ferrocarril central, por donde baja la producción minera a sus puertos para enviarse al exterior.

“En el norte del Perú el impacto de esta crisis va a ser impresionante. Muchas industrias locales han tenido que parar. El impacto va a ser más regional que nacional”, agrega Maldonado.

Perú, que crece mejor que sus vecinos, redujo recientemente sus expectativas de expansión del PIB a 3,8% para el año 2017, tras los efectos del caso Odebrecht, empresa que deberá dejar importantes proyectos de infraestructura tras aceptar que pagó sobornos a funcionarios para ganar algunos de ellos. El país creció en un 3,9% en 2016, frente a un 3,3% en 2015.

La prioridad, el agua segura

Desde enero a la fecha, se han registrado al menos 79 muertos. Los damnificados a causa de las inundaciones y avalanchas en el país suman 101.104 personas que lo perdieron todo- y 643.216 afectados que han sufrido daños parciales o menores-, según informó el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).

Golpeados aún por la devastación y pérdida de familiares y viviendas, los damnificados y afectados por las fuertes lluvias en Perú se enfrentan ahora a enfermedades.

“En cuanto a las enfermedades que se derivan de las condiciones ambientales, se están observando diarrea, infecciones respiratorias, inflamaciones de la piel, dermatitis, conjuntivitis. También se registran afecciones transmitidas por insectos: dengue, zika, chicunguña, y eventualmente malaria”, dijo a RFI Nelson Morales, Director de la Sociedad Peruana de Medicina de Emergencias y Desastres.

En medio de la breve tregua que dan las lluvias, el presidente, Pedro Pablo Kuczynski, visitó este martes las regiones de Piura y La Libertad (norte), muy afectadas por los "huaicos", como se conoce en Perú a las avalanchas de piedra y lodo, que descienden a la costa desde las quebradas nacientes de los Andes impulsadas por las fuertes precipitaciones.

“La principal medida para luchar contra estas enfermedades consiste en proveer de agua segura para el consumo de las personas damnificadas. Respecto al agua estancada, se está tratando de derivar a zonas de declives para que el agua discurra. También hay programas de fumigación que habían sido puestos en marcha antes. Ese plan está muy activo desde hace varios años y se había pronunciado recientemente por los brotes de dengue y de zika”, agrega Morales.

Las inundaciones registradas en Lambayeque (norte) en los últimos días han convertido el agua estancada en un foco infeccioso y criadero del mosquito Aedes-aegypti, transmisor del dengue, chicunguña y zika. El lunes se confirmó la muerte de una mujer de 49 años por dengue.

El gobierno ha iniciado campañas agresivas de fumigación en las zonas afectados. Hasta ahora se han fumigado unas 250.000 viviendas de 370 distritos considerados bajo emergencia sanitaria en el país, según el Ministerio de Salud.
 

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