Las carreteras no solo abren la Amazonia a los colonos, que así pueden acceder a áreas previamente remotas; también hacen que estas regiones de gran biodiversidad queden expuestas a la minería de oro, a la explotación maderera ilegal, al tráfico de drogas y, con el tiempo, a agronegocios intensivos; actividades nefastas para el medioambiente y los pueblos indígenas.
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Entrevistado: Julio Cusurichi, presidente de la FEnamad, Federacion nativa del rio Madre de Dios y Afluentes. Para escucharlo cliquee en la flecha que aparece sobre la foto.
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