Décimo periodista asesinado en México en lo que va de año

México es considerado como uno de los países más peligrosos en el mundo para ejercer como periodista, luego de contabilizar 114 asesinatos en este gremio desde el año 2000.

El periodista mexicano asesinado Candido Rios en una foto de archivo de la red social Facebook. Foto propiedad de facebook

Tras el asesinato de Cándido Ríos se corrobora en México el año más nefasto para ejercer la profesión de periodista. La décima victima en lo que va del año vuelve a dejar sobre el tapete la impunidad con la que la justicia mexicana actúa ante unas cifras que alertan de 276 agresiones y amenazas a reporteros hasta mitad el año, una y media al día, 52 más que en los primeros seis meses de 2016, según estima Articulo 19, Organización que denuncia agresiones y amenazas a periodistas.

La historia de Ríos fue la crónica de una muerte anunciada luego de que el reportero de sucesos policiales en el diario de Acayucan viniese denunciando desde hace 5 años amenazas de asesinato en su contra. El periodista de 55 años, que formaba parte de un programa gubernamental de protección a periodistas y defensores de derechos humanos vuelve a acentuar la peligrosidad de ejercer este trabajo fuera de la capital mexicana ya que durante 2017 las 10 víctimas registradas fueron asesinadas en provincias como baja california, chihuahua, Jalisco o como este último caso en Veracruz donde desde 2011 se cuentan 17 asesinatos de periodistas.

El periodista fue abatido a las puertas de una tienda en la localidad de Covarrubias, a unos 200 kilómetros al sudeste de Veracruz y fallecio durante su traslado al hospital. Además del comunicador, conocido también como “Pabuche”, fueron asesinados el ex inspector de la policía de Acayucan, además de su acompañante, aún no identificado.

La cifra en el pais norteamericano sigue siendo escalofriante: Con el asesinato de Cándido Ríos Vázquez, ya son 114 los periodistas asesinados en México desde 2000. Según la asociación de la defensa a la libertad de expresión el 90% de estos crímenes quedaron impunes. Esta tendencia se incrementó tras la ofensiva militar que lanzó el gobierno mexicano en 2006 contra el narcotráfico y que atizó la violencia en varias regiones del país.