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VENEZUELA / ELECCIONES REGIONALES

Elecciones regionales en Venezuela: tensión y cambios de urnas

Los venezolanos votarán este domingo para elegir a 23 gobernadores. Unas elecciones regionales bajo un clima de extrema tensión, luego de meses de enfrentamientos contra el gobierno de Maduro dejando un saldo de 125 muertos. La oposición denuncia que el Consejo Nacional Electoral (CNE) cambió a pocos días de la elección 274 centros de votación de 16 estados del país, lo cual podría afectar el escrutinio final.

Un grafiti a favor de Carlos Ocariz, candidato de la oposición a la Gobernación del estado de Miranda.
Un grafiti a favor de Carlos Ocariz, candidato de la oposición a la Gobernación del estado de Miranda. REUTERS/Ricardo Moraes
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Unos 18 millones de electores están llamados a las urnas en 13.559 centros de votación, que abrirán a las 6 de la mañana hora local, para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados de Venezuela.

Los comicios se celebran con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio, convocadas por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir la salida del presidente Nicolás Maduro.

Las tensiones fueron generadas tras la instalación hace unos meses de la oficialista Asamblea Constituyente.

Cambio de urnas

El Consejo Nacional Electoral (CNE) cambió a tres días de la elección 274 centros de votación de 16 estados del país, alegando problemas de infraestructura o violencia durante la votación de la Constituyente.

Pero la oposición denuncia estos cambios de última hora denunciando que esto podría afectar el voto de entre 400 a 800 mil votantes.

Según la oposición, esos cambios buscan afectar su votación, pues en los centros reubicados –asegura– 80% de los electores votaron por sus candidatos durante las elecciones legislativas de 2015, en las que la coalición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) arrasó al ganar 112 de 167 diputados.

Las proyecciones de algunas encuestadoras locales apuntan a que la oposición podría ganar hoy entre 13 y 18 gobernaciones. La coalición opositora solo controla en la actualidad tres gobernaciones: Miranda, Lara y Amazonas.

Maduro: Legitimizar la Constituyente

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro por su parte quiere hacer de estos comicios una legitimación de su todopoderosa Asamblea Nacional Constituyente, desconocida por la oposición y varios países de América y Europa y que en principio regirá hasta el 2019.

"Esto es un triunfo de la democracia socialista. Todo el que vote está votando por la Constituyente", aseguró Maduro, en víspera de la votación.

Combate de la MUD

La MUD busca relanzar su lucha y demostrar que aún es mayoría. Será el primer duelo electoral desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.

"No se trata de unos gobernadores ni de partidos, sino de vencer a Maduro. Es una jornada histórica, reinicio de una etapa de presión que continuará contra la dictadura", llamó el diputado Freddy Guevara, uno de los líderes de las protestas.

Nuevo conflicto en el horizonte

Preparándose ante otro eventual avance de la MUD, Maduro dijo que los gobernadores electos deberán subordinarse ante la Constituyente. La coalición opositora descartó rotundamente seguir esa orden, por lo que se espera un nuevo repunte del conflicto.

Aunque la MUD domina el Parlamento, su poder fue anulado por la justicia -acusada de oficialista-, y algo así puede ocurrir a los gobernadores con la Asamblea Constituyente.

No obstante, la MUD llamó a su gente a desoír esos mensajes de Maduro que -cree- promueven la abstención. "Vamos a deslegitimar a la Constituyente" con el voto masivo, pidió el diputado opositor Miguel Pizarro.

Aunque el oficialismo, que tiene 20 gobernaciones, tiene una poderosa maquinaria propagandística, las encuestadoras Delphos y Datanális dan a la oposición de 11 a 18 estados, según sea la abstención.

Entre desilusión y esperanza

Desde que se eligió la Constituyente el pasado 30 de julio, la desilusión se instaló en las filas opositoras, las protestas cesaron y Venezuela recuperó una relativa normalidad.

Pero el país sigue siendo una olla hirviendo. Vive una de las peores crisis de su historia, está al borde de la hiperinflación, con una severa escasez de alimentos y medicinas y una caída del PIB que el FMI calcula será de 12% este año.

(Con la AFP)

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