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Brasil

En medio de protestas entra en vigor reforma laboral

Hoy entra en vigor la reforma laboral adoptada por el gobierno Temer. La nueva ley altera cualitativamente el marco laboral que operó durante 70 años. Un gran avance proclama el gobierno, una regresión histórica afirman sindicatos.

Organizaciones sindicales desfilan en las calles de Río de Janeiro para protestar contra la nueva ley laboral. Río de Janeiro, 10 noviembre 2017.
Organizaciones sindicales desfilan en las calles de Río de Janeiro para protestar contra la nueva ley laboral. Río de Janeiro, 10 noviembre 2017. Náthalia Gregory
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Grandes y pequeñas ciudades de Brasil fueron escenario el viernes de movilizaciones de protesta de las organizaciones sindicales y otras formaciones sociales y políticas opuestas a la reforma laboral aprobada en julio pasado por el gobierno del presidente Michel Temer. La reforma que altera decenas de artículos de la Consolidación de las Leyes Laborales (CLT por sus siglas en portugués) ha sido objeto de múltiples protestas, pero el Congreso brasileño, dominado ampliamente por los seguidores del presidente juzga que es necesaria para relanzar la competitividad de la mayor economía latinoamericana.

La importancia de la reforma se puede medir por dos caminos. Su aprobación es saludada por el conjunto de las organizaciones empresariales que creen que ese tipo de medidas ayudan a que Brasil vuelva a encarrilarse sobre la vía del crecimiento económico. Otra manera de medir es que las nueve centrales sindicales más del país, generalmente divididas, esta vez sumaron esfuerzos para pedir la derogación de la "Ley Temer" (Ley 13.467/2017).  Transportes, bancos, comercios, entre otras actividades fueron perturbados por las protestas de los trabajadores.

La reforma laboral comprende la modificaci2n de 117 artículos de la CLT. Y los cambios son de gran calado. Entre los cambios más importantes está la extensión de la jornada laboral  parcial que pasa de 25 horas a 30 horas, sin pago de horas extras, o la que en adelante permitirá obligar a una persona a trabajar 12 horas seguidas, por 36 horas de descanso. Otro punto polémico se refiere al trabajo de los intermitentes que será ahora pagado sólo por las horas laboradas, sin definición del tiempo de la jornada de trabajo ni del mínimo de ingreso mensual. Como ya sucede en otros países, la nueva ley autoriza a los patrones a reducir los derechos de sus empleados previstos por la ley por medio de acuerdos de empresa.

La representación sindical dentro de las empresas será duramente afectada. En efecto, la nueva ley suprime la cotización sindical obligatoria.

De acuerdo con una encuesta realizada por el instituto Vox Populi, a pedido de la CUT, la principal central sindical del país, 81% de los brasileños desaprueban la nueva ley. Una gran mayoría, 61%, juzga que la reforma "sólo es buena para los patrones", y otro 15% estima que "no es buena para nadie". Un  6% de los encuestados calificaron la reforma de positiva. La "Ley Temer", aprobada sólo por el Senado, podría tener otro destino si las organizaciones opuestas a ella logran reunir las firmas del 1% del electorado del país para pedir su anulación. En ese caso la reforma deberá someterse a un protocolo similar a cualquier otro proyecto que pasa por el Congreso nacional, es decir que precisa el voto de los Diputados y de los Senadores.

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