Trump rechaza las críticas por la separación de niños migrantes de sus padres
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó este lunes las controvertidas medidas contra familias de inmigrantes en la frontera, a pesar del creciente escándalo por los miles de casos de separación familiar. "Estados Unidos no será un campo de inmigrantes, y no será un complejo para mantener refugiados. No lo será", dijo el mandatario.
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Con Xavir Vilà y Anne Corpet, corresponsales de RFI en Washington
Llantos de niños migrantes separados por la policía estadounidense. El audio, obtenido clandestinamente por periodista en centros de acogida, conmueve incluso en las filas republicanas. La senadora Susan Collins pide que la administración ponga fin de inmediato a esta política: “Separar a los padres de los niños va contra los valores estadounidenses, a menos que se hayan pruebas de maltrato o razones muy serias”, subrayó.
La exprimera dama Laura Bush calificó de “inmoral y cruel” la política migratoria de Trump. El senador republicano John McCain denunció una “afrenta y a los valores del país”.
Según dos encuestas, el 67% de las personas interrogadas desaprueban la separación de las familias en la frontera.
De acuerdo con datos oficiales repasados al Senado, entre el 5 de mayo y el 9 de junio 2.342 niños fueron separados de sus familias al ingresar clandestinamente al país, en una medida que desató una ola de indignación generalizada en el país.
BREAKING: Border Patrol @CBP just gave us this video of the detention facility we toured yesterday in McAllen, Texas. We weren't allowed to bring in cameras, or interview anyone. To be clear: this is government handout video. pic.twitter.com/Zjy80qIZFZ
David Begnaud (@DavidBegnaud) 18 juin 2018
Ante el alud de críticas recibidas, Trump se ha defendido acusando a la oposición demócrata de la situación, a pesar de que es su partido, el republicano, quien controla las dos cámaras del congreso. Ajeno a esta realidad Trump sostiene que este drama humano se evitaría si los demócratas legislaran la financiación de un muro en la frontera sur.
“Si en vez de obstruir los demócratas se sientan y negocian podemos hacer algo muy rápido. Los Estados Unidos no serán un campo migratorio ni una instalación de acogida de refugiados”, enfatizó.
Trump elude comentar que su nueva política de tolerancia cero ha desencadenado esta crisis, en la que menores de edad se hacinan tumbados sobre delgados colchones en el suelo de grandes jaulas metálicas dentro de centros comerciales reconvertidos en internados.
"Estados Unidos no será un campo de inmigrantes, y no será un complejo para mantener refugiados. No lo será", dijo el mandatario, quien llegó a mencionar la crisis migratoria en Europa para justificar sus criticadas medidas internas.
En su discurso, Trump dijo: "Si uno mira lo que ocurre en Europa, lo que ocurre en otros lugares... no podemos permitir que eso ocurra en Estados Unidos. No bajo mi mando".
Poco antes, en una serie de mensajes en Twitter, el mandatario se había referido al "gran error" de Europa de permitir la entrada a su territorio de "millones de personas que han cambiado su cultura de forma tan fuerte y violenta".
En tanto, la secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, dijo este lunes que Estados Unidos "no pedirá disculpas o ceder por estar haciendo el trabajo que los estadounidenses esperan" que se haga.
"No se confundan: nuestra frontera (sur) está en crisis. Está siendo explotada por criminales, contrabandistas y miles de personas que no tienen respeto por nuestras leyes", dijo Nielsen.
De acuerdo con la funcionaria, el gobierno no tiene opción sino separar a los niños de las familias inmigrantes.
"No podemos detener niños con sus padres. Debemos liberar a padres y niños (...) o debemos separarlos para poder procesar a los adultos", justificó.
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