El impacto de la expulsión de Karadima para la Iglesia en América Latina
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El Papa Francisco decidió este viernes separar definitivamente al sacerdote chileno Fernando Karadima de la Iglesia católica. Cierra así un penoso círculo de escándalos que salpicaron la visita del Papa a Chile y terminaron con la renuncia de toda la cúpula eclesial del país. Conversamos con José Andrés Murillo, uno de los denunciantes y víctimas de Karadima. Si bien se muestra contento con la decisión papal siente que aún falta que esta decisión se extienda a la jerarquía de la Iglesia que encubrió estos abusos.
Más allá del mensaje político que quiere transmitir el Vaticano,¿qué significa esta separación de Karadima que tardó tantos años en llegar?
Juan José Tamayo, director de la cátedra de Teología de la Universidad Carlos III de Madrid explica que si bien esta es una decisión saludable y que llega con bastante retraso, no puede ser la única en la región, se requiere que este tipo de sanciones se multipliquen, en todos los casos en los que se ha comprobado un delito contra menores.
Chile, Australia, México, Irlanda, Boston o Alemania conforman un vasto mapa de abusos que han ido salpicando a los últimos pontificados poniendo incluso en duda la credibilidad del Vaticano sobre el conocimiento que dijo tener de ellos en un inicio.
Para José Andres Murillo la expulsión de Karadima debería marcar un precedente en los demás países donde se han comprobado los abusos sexuales de religiosos
En medio de actos de apostasía colectiva y un descrédito creciente, la Iglesia católica, cuyo bastión fuerte era hasta ahora América Latina, vive uno de sus momentos más críticos. Su futuro dependerá de sus próximas decisiones. Todo parece quedar en manos del Papa Francisco.
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