Beto O’Rourke, la esperanza democrata que lucha en un bastión republicano
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De rockero a político, Beto O'Rourke sigue despertando el fervor y se ha convertido en la gran esperanza de los demócratas en Texas, para estas elecciones legislativas de medio mandato. Integrante de un grupo de punk-rock en su juventud, el congresista de 46 años tratará el próximo 6 de noviembre de arrebatarle al ex candidato presidencial republicano Ted Cruz, su escaño de senador.
Cómodo en los escenarios como en sus videos difundidos en directo en las redes cuando maneja, se encuentra con electores o anda en skateboard, O'Rourke acumula los seguidores en internet. Defiende la salud pública, una reforma de la justicia y más restricciones a la venta de armas. También evita conscientemente la retórica anti-Trump.
Rourke sigue estando segundo en las intenciones de voto, detrás de Ted Cruz. Pero el duelo se anuncia tan reñido que el presidente Donald Trump se desplazó la semana pasada hasta Houston para respaldar a su ex rival en las primarias y tenor del campo republicano.
Designado por el Washington Post como "el candidato más observado" en esta campaña, O'Rourke seduce en las grandes ciudades tejanas pero, para ganar, deberá convencer también al electorado rural.
Su eventual victoria en este bastión republicano podría propulsarlo hacia un destino nacional, vaticinan ya algunos.
Entrevistado: el politólogo John Booth, profesor emérito en la Universidad del Norte de Texas.
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