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Noticias de América

El respeto de la ecología y comunidades indígenas en el camino del Tren Maya

Primera modificación:

Con un ritual indígena para solicitar permiso y bendiciones a la "madre tierra", el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inauguró este domingo la construcción de un tren de pasajeros en el sureste del país, una de las obras insignia de su flamante administración. El ambicioso proyecto se enfrenta a los reparos de quienes señalan los peligros ecológicos y para las comunidades indígenas que se encuentran en el trazado del emprendimiento.

El presidente de México Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia indígena para pedirle permiso a la Tierra para contruir el Tren Maya, el 16 de diciembre de 2018 en Palenque, Chiapas.
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia indígena para pedirle permiso a la Tierra para contruir el Tren Maya, el 16 de diciembre de 2018 en Palenque, Chiapas. Fuente: Reuters.
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Con dibujos animados y un tono de alegría que muchos consideran irónico, el gobierno de López Obrador promociona lo que podría ser la obra de infraestructura más grande de su mandato: el Tren Maya, un ferrocarril entre los estados del sureste de México: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

El inicio de la construcción del Tren Maya, este 16 de diciembre, va aparejado por la polémica alrededor del impacto que un proyecto de esa envergadura podría tener sobre las comunidades indígenas y el medio ambiente de la región.

El Tren Maya prevé 1500 kilómetros de vías férreas, que atraviesan zonas de reserva ecológica y afectarían a las comunidades indígenas y usufructuarios de las tierras. Estos obstáculos impidieron a su predecesor, Enrique Peña Nieto, concretar el proyecto.

En este sentido, intelectuales mexicanos han escrito una carta a López Obrador para exigir se consulte a las comunidades indígenas sobre el Tren Maya. Según expertos ambientales, el proyecto del Tren Maya podría poner en peligro 50 especies animales y alterar significativamente la vida de las comunidades indígenas. Pero también podría ser también generador de empleo y desarrollo en una región económicamente deprimida.

El proyecto del Tren Maya podría costar entre 6.000 y 8.000 millones de dólares en un período de construcción de cuatro años. Sin embargo, no todo ese gasto recaería necesariamente sobre el Estado. El sector privado podría tener una participación importante. Si López Obrador logra conciliar todas las partes, el Tren Maya podría convertirse en la obra más importante de su mandato.

Entrevistados: El doctor Ambrosio Velasco, del Centro de investigaciones Filosóficas de la UNAM; Sunny Villa, miembro del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria de México.

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