Venezuela: en la frontera con Colombia esperan con ansias la ayuda humanitaria
Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 países, anunció que la ayuda humanitaria entraría el 23 de enero, más allá de la opinión de Nicolás Maduro, cuyo régimen sigue bloqueándola en la frontera porque asegura que es un pretexto para una intervención militar. En la frontera, esperan con impaciencia los víveres y medicamentos a la espera de que venza el ultimátum.
Primera modificación:
Con Benjamin Delille, enviado especial a la frontera entre Venezuela y Colombia
Como todas las mañanas, miles de venezolanos acuden en masa para cruzar el puente Simón Bolívar hacia Colombia. Todo el mundo comprará alimentos y medicinas que ya no pueden encontrar en Venezuela. También dicen que están esperando con ansias la ayuda humanitaria anunciada. Como Carolina, de 22 años, condenan el bloqueo impuesto por el régimen.
“A mí no me gusta mucho la política, pero hay que ser justos. Hay personas muy ciegas: el oficialismo no acepta que realmente aquí en Venezuela estamos en una situación crítica”, denuncia.
En la ciudad de San Cristóbal, a una hora de distancia, el Dr. Alecxi Sánchez representa a la asociación Médicos por Venezuela. Organizará la marcha hasta la frontera el 23 de febrero.
“La idea es hacer una actividad temprano, y retirarnos adecuadamente. Porque nuestra idea no es tampoco exponer a ninguno de nuestros pacientes ni a ninguno de nuestros activistas”, subraya Sánchez.
Ninguna confrontación violenta, pues, sino una ofensiva mediática para revelar la amplitud crisis humanitaria en Venezuela.
"La ayuda humanitaria internacional es para grupos vulnerables y personas que ya han sido identificadas como prioritarias porque sus vidas están en peligro”, agrega Sánchez.
Según él, el 23 de febrero será un punto de inflexión, aunque la ayuda no llegue, ya que el mundo se dará cuenta de la magnitud de la crisis humanitaria en Venezuela.
En medio del deterioro de los centros de salud venezolanos, privados de insumos médicos y medicamentos tan comunes como antibióticos y vacunas, están muriendo pacientes con condiciones que serían tratables y los médicos deben realizar procedimientos considerados obsoletos, denunciaron los manifestantes.
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