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Venezuela

‘La intervención militar en Venezuela tiene un componente propagandístico’

El opositor venezolano Juan Guaidó, autoproclamado presidente, se reúne este lunes en Bogotá con sus aliados, Estados Unidos y Grupo de Lima, para definir la estrategia a seguir contra el mandatario Nicolás Maduro. Entre las medidas, no se descarta “el uso de la fuerza”, al menos así se expresó el diputado opositor Julio Borges. Qué tan real es la opción militar y qué margen en la aplicación de sanciones contra Caracas tiene Estados Unidos. Entrevistamos a @FernandoArancon, director de El Orden Mundial y especialista en Relaciones Internacionales.

Miembros de la Guardia Nacional venezolana en la frontera entre Venezuela y Brasil. Pacaraima, 24 de febrero de 2019.
Miembros de la Guardia Nacional venezolana en la frontera entre Venezuela y Brasil. Pacaraima, 24 de febrero de 2019. REUTERS/Bruno Kelly
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RFI: Opositores venezolanos y algunos responsables estadounidenses hablan cada vez más abiertamente  de la necesidad de una intervención militar en Venezuela, o al menos, no la descartan. ¿Es real esta opción o estamos antes una amenaza retórica?

Fernando Arancón: La idea de una intervención militar tiene un componente bastante propagandístico sobre todo para meter miedo a Maduro. Si Guaidó o, en general, la oposición descartase completamente  la idea de una intervención militar, Maduro o la élite que ahora mismo gobierna Venezuela se podría quedar tranquila en tanto que al menos conocen que eso no se va a producir, por tanto es una opción como que descartan. La cuestión es que estando Estados Unidos en el ajo al menos tienen la incertidumbre de pensar que ese escenario puede llegar a decidirse como ocurrió por ejemplo en Afganistán, Libia o en Irak o en otros tantos países latinoamericanos durante la guerra fría. Yo creo que tiene parte de retórica porque una operación militar, a gran escala, obviando que no es deseable, tendría unas repercusiones brutales para el país porque invadir un país de 900.000 km cuadrados, con un ejército relativamente potente no es sencillo, no es un paseo por el campo.

RFI: Sin embargo, Estados Unidos ya ha invadido países. En el caso de que se optara por la invasión, pocos países apoyarían a Washington, ni siquiera dentro del Grupo de Lima.

FA: En América Latina genera un auténtico espanto, hasta en los países contrarios a Maduro, el hecho de que Estados Unidos vuelva a invadir un país o realice una operación militar directa contra cualquier estado latinoamericano. En ese sentido, los países latinoamericanos son muy conscientes de las implicaciones geopolíticas y contra su identidad nacional que tiene una intervención de Estados Unidos y probablemente Colombia, Brasil, México o Argentina se bajarían totalmente del barco de una operación así. España ya ha afirmado que no va a apoyar una operación de esas características, tampoco lo hará la Unión Europea y por lo tanto resulta difícil creer que EEUU se lance prácticamente en solitario a una operación de tal envergadura cuando, en principio, los principales interesados de que Maduro salga del poder, después de la oposición son sus vecinos Colombia y Brasil.  Y si ninguno de ellos apoya una intervención así, no creo que EEUU se meta en un berenjenal tan complicado.

RFI: Si se descarta la opción militar, ¿qué forma puede tomar la presión de la oposición venezolana y de Estados Unidos para sacar a Maduro del poder en Venezuela?

FA: Creo que la opción más directa y más efectiva sea probablemente el estrangulamiento económico a través de sanciones al petróleo. Las que ya ha empezado a imponer EEUU desde hace unas semanas se supone que van a ir escalando a lo largo de los próximos meses. Se trata, básicamente, de ahogar económicamente a Venezuela por la dependencia que el Estado venezolano  tiene de las rentas que le genera las ventas de petróleo. EEUU era su principal cliente y si deja de comprar y le deja de pagar en efectivo pues llegará un punto en que el Estado venezolano, si no encuentra nuevos clientes, que no parece probable,  colapsará. Efectivamente eso supondría una crisis económica y humanitaria brutal.

RFI: ¿EEUU tiene más margen para estrangular aún más a la economía venezolana tras las últimas sanciones?

FA: El problema es que Venezuela es tan dependiente del petróleo que en el momento en que EEUU decida no comprar más petróleo a Venezuela, eso cae por su propio peso porque Venezuela no tiene fuentes de ingresos diversificados, ni tampoco clientes diversificados.  Rusia y China, que son los dos principales aliados de Caracas, el petróleo que Venezuela les da es por la compra de deuda soberana que Rusia y China hacen de Venezuela, ni siquiera es un comercio.  Es simplemente un pago en especie que Venezuela hace un poco para devolver lo que reciben ellos, ya que no tiene ninguna capacidad económica de devolver la deuda dada la brutal devaluación que sufre el bolívar. Por lo tanto si Estados Unidos deja de comprar petróleo, Venezuela se va a quedar sin dinero. Y a lo mejor en unos meses o en un año se quede sin recursos y el Estado no pueda mantenerse. Y en ese momento, tal vez lo que plantee la élite militar que controla el país es que si la opción para que ellos sigan controlando y haciendo los tejemanejes en las distintas empresas estatales es que Maduro salga del poder. Si ese es el precio a pagar pues es probable que la élite militar transija con eso y Maduro salga del poder y se lleve a cabo una transición negociada o pongan a otro personaje que tenga un poco más de mano izquierda y una línea menos de confrontación. Ahora EEUU, más allá de la retórica de la invasión,  tiene la sartén por el mango por la vía económica por el estrangulamiento a través del petróleo.

RFI: ¿Cuál es la posición de la Unión Europea en este tablero? ¿Tiene armas para jugar un papel en esta crisis? 

FA: A la Unión Europea se la acusa de seguidismo y al mismo tiempo de tener una posición insuficiente. Pero lo cierto es que a la UE se le exige un papel que por sus propias dinámicas internas no puede tener. La política exterior de la Unión Europea es muy reciente, muy endeble porque requiere de mucha cooperación de los Estados. Evidentemente ahora la UE no está precisamente para la cooperación. Está con problemas en Italia, con el tema del Brexit, con el este de Europa, etc… entonces al final tiene una posición muy limitada. Ya lo vimos con el intento de reconocimiento de Juan Guaidó a la que no todos los países comunitarios se sumaron.  La Unión Europea está haciendo un poco el teatro o la ficción de apostar por una salida democrática, pactada y que respete los derechos humanos pero a nivel efectivo su papel es nulo pero porque no tiene recursos, ni proyección internacional, ni influencia para desarrollar algo más ambicioso y efectivo.

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