La subida del río Paraguay desplaza a unas 240 mil personas
Cada año por estas fechas, el río Paraguay sube e inunda las casas rivereñas de Asunción. Empieza por las viviendas de los más empobrecidos, los migrantes del campo que llegan hasta la capital y que se instalan donde pueden. Este año, la inundación es histórica.
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-Por Santi Carneri, desde Paraguay-
Fotos: Nico Granada
Según las autoridades, 16 personas han muerto por las inundaciones y unas 240.000 personas más han sido desplazadas de sus hogares.
“El Gobierno no me ayuda, estoy bajo carpa. Estamos hechos mierda acá en Paraguay y necesitamos ayuda porque hay muchas criaturas mucha necesidad acá en Paraguay” (...) "Con nuestra familia estamos como chanchos en el agua asi no tiene que ser el gobierno, tenemos que tener igualdad todos somos seres humanos, hermano”.
Décadas de deforestación en el recorrido del río y la falta de previsión estatal para urbanizar las zonas rivereñas dejan a merced de las aguas la vida y los sueños de miles de personas cada año. Son niños que dejan de asistir a clase, mujeres y hombres jóvenes que pierden sus empleos, animales de granja que mueren ahogados.
>Reportaje audio:
Reportaje audio sobre los damnificados de las inundaciones en Paraguay
Algunos vecinos regresan en bote a vigilar su casa cada día. Muchos aún rescatan sus pertenencias del agua que alcanza las ventanas y techos de escuelas, iglesias, casas y cubre campos de fútbol.
Esta sacando la gente las cosas de su casa, con balsa con canoa, y ahora ya está a la mitad ya casi, por la ventana entró todo ya al otro lado de la Costanera.
Bruno Cubilla es pescador y peluquero canino y uno de los miles de paraguayos damnificados por la inundación.
Mientras recorre en bote el popular pero ahora silencioso Bañado Norte, Cubilla lamenta la falta de inversión y de previsión del gobierno.
Acá uno tiene que sobrevivir, tiene que aprender a hacer cualquier cosa para sobrevivir porque el Gobienro no ayuda, no da nada.
El largo y tranquilisimo río Paraguay, que junto al caudaloso Paraná dibujan el contorno del país, suele permaner en 4 metros de altura a su paso por el puerto de Asunción. Permitiendo una vida apacible a su alrededor. Pero hoy, las aguas están por encima de los 7,5 metros, a solo cincuenta centimetros del nivel considerado catastrófico.
Uno pierde muchas cosas acá cuando sube el agua. Vos perdés todo, tu lugar, tu privacidad. Todo perdés los chicos deben irse más lejos a la escuela y levantarse más temprano. Ahora estoy cansado ya. Por eso la gente se va a al extranjero porque el Gobierno no te ayuda. Entonces vos te cansas, fundis todo, perdés y ya no tenés ganas de trabajar acá y te vas al extranjero. Todos los que tienen posibilidad se van a otro lado.
Las familias campesinas migran hasta Asunción y se refugian en los terrenos que rodean al río en la gran ciudad en busca de trabajo. Estos barrios conocidos popularmente como "bañados" por su proximidad al agua. Albergan a un cuarto de los habitantes de Asunción, es decir a unas 250.000 personas.
En los Bañados, la gente se enfrenta a la inundación cada año. Para entenderlo un poco mejor escuhamos a Nico Granada o Nico Veolacalle como es conocido este fotógrafo paraguayo por sus retratos de la vida cotidiana de Asunción.
“Es una migración continua. Entonces son generación tras generación expulsada del campo que luego vuelve a ser expulsada por el agua. Osea es una segunda expulsión, el Estado no está. ¿Quíen te lleva al hospital si te enfermas, no hay ninguna ambulancia, lo hacen tus vecinos. Tus vecinos se vuelven parte de una familia extendida. Y eso sucede en los bañados. Eso se ve porque no hay una infraestructura pública que lidie con esa subida que se da cada tanto”.
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