Rescatan en Indonesia a más de 700 migrantes de Birmania y Bangladesh

Centenares de personas, pertenecientes a la minoría musulmana rohingya y bangladesíes, fueron socorridos este viernes por pescadores cerca de las costas de Indonesia, luego de que su embarcación naufragara. Los países de la región se niegan a acoger a los miles de migrantes e impiden su desembarco.

Pescadores tailandeses arrojan agua y comida a un barco rechazado por las autoridades tailandesas el 14 de mayo de 2015. REUTERS

Este viernes, una embarcación con 700 migrantes a bordo naufragó frente a las costas de de Aceh, en el norte de Indonesia. Los pasajeros, que venían de Birmania y Bangladesh, fueron rescatados por pescadores.

"Según la información provisional que nos dieron, fueron expulsados por la armada malasia hacia la frontera con Indonesia", aseguró Sunarya, comandante de la policía del puerto de Langsa, donde llegó el grupo compuesto por migrantes de la minoría rohingya y por bangladesíes.

Por su lado, la guardia costera de Malasia escoltó fuera de las aguas territoriales del país a dos barcos con migrantes, informó un funcionario del país que pidió no ser identificado.

Lo ocurrido este viernes no es un hecho aislado. Entre 8.000 y 15.000 migrantes rohingyas o bangladesíes se encuentran a la deriva en el mar de Adaman y ningún país los quiere recibir.

Malasia, Indonesia y Tailandia se envían los barcos unos a otros. “Es un juego de pingpong con vidas humanas”, resumió un portavoz de la Organización Internacional de Migraciones. Los países de la región temen que al aceptar el desembarco de inmigrantes y abrir campos de refugiados, provoquen una llegada masiva de migrantes.

El problema, aseguran, debe ser tratado en la fuente, en Birmania, donde los rohingyas son perseguidos y no tienen ningún derecho, y en Bangladesh. Un encuentro regional para abordar esta crisis debe celebrarse el 29 de mayo, convocada por Tailandia. Sin embargo, Birmania ya hizo saber que es poco probable que acuda al encuentro.

"Es improbable que asistamos (...) no aceptamos que ellos (Tailandia) nos inviten sólo para aliviar la presión que reciben", afirmó el jefe del gabinete presidencial de Birmania, Zaw Htay.