China, presionada por Trump para asfixiar a Corea del Norte
El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió a su par chino, Xi Jinping, cortar todo el suministro de carburante a Pyongyang tras el último disparo de un misil. Pekín, que ya penalizó a Corea del Norte, preserva sus lazos históricos y teme las consecuencias de una crisis humanitaria en el vecino país.
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Por Olatz Urkía, corresponsal de RFI en Pekín
Corea del Norte llevaba dos meses y medio sin realizar ninguna prueba armamentística. Con el misil del miércoles, vuelve la tensión y también la tensión entre Pekín y Washington.
Desde su llegada al poder, Trump ha criticado a su homólogo chino en numerosas ocasiones, diciendo que Pekín no se implica lo suficiente para detener a Corea del Norte. Ahora, vuelve a pedir más presión y más sanciones.
Concretamente, el presidente estadounidense quiere que China corte el suministro petróleo a Pyongyang.
Este jueves, el gobierno chino ha evitado contestar a la pregunta de si realmente dará este gran salto. No se puede olvidar que Pekín ya ha implementado sanciones económicas a Pyongyang. Las últimas, adoptadas a comienzos de septiembre, han sido un duro golpe para Corea del Norte.
Pekín decidió entonces prohibir la importación de textiles norcoreanos y, sobre todo, limitar la exportación de petróleo. Pero dejar de abastecer del todo a su vecino con este carburante sería muy brusco. Es que China y Corea del Norte son dos países unidos por unos lazos históricos, por un acuerdo de cooperación económica y geopolítica que, en teoría todavía sigue en pie.
Además, si Corea del Norte dejase de repente de crudo de China, se paralizaría totalmente su industria, generando una oleada de refugiados a la que Pekín tendría que hacer frente. Hay que tener en cuenta que China comparte una frontera de 1.400 kilómetros con Corea del Norte.
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