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Grandes Reportajes de RFI

Pyeongchang: ¿los Juegos de una frágil unidad coreana?

Primera modificación:

Las dos Coreas escenificaron un espectacular acercamiento durante los Juegos Olilmpicios de invierno de Pyongchang. Delegaciones y equipos conjuntos participaron bajo una misma bandera ante los ojos de altos representantes del vecino comunista. Pero detrás de la tarjeta postal, la sociedad surcoreana parece mucho menos unánime que los gobiernos de Seúl y Pionyang a la hora de pasar pagina.

La delegación norcoreana vino acompañada por un grupo de porristas a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang.
La delegación norcoreana vino acompañada por un grupo de porristas a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang. REUTERS/Damir Sagolj
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Desde Corea del Sur, Olatz Urkía,

La participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad surcoreana de Pyeongchang, a unas dos horas en tren de Seúl, parecía algo imposible hace tan solo unos meses. Fue un gesto simbólico que da esperanzas a aquellos que todavía creen en una corea unida.

Desde que los Juegos se inauguraron el 9 de febrero, a menudo en Corea del Sur hay manifestaciones a favor y en contra de la participación del Norte.

En un lado de la calle, un grupo de personas de mediana edad agitan banderas surcoreanas y estadounidenses, al ritmo de la percusión. Las pancartas dicen, “fuera de aquí” o ”stop programa nuclear”.

“Ahora parece que vamos hacia la paz, pero desconfío. Corea del Norte tiene que tener otras razones para enviar aquí a sus deportistas. En cuanto a Estados Unidos, estamos en el mismo equipo” explica una manifestante.

>>Lea también: "Apertura de los Juegos Olímpicos: dos Coreas, una sola bandera"

Mientras los que critican la presencia norcoreana en los Juegos agitan sus banderas estadounidenses, en la misma calle, justo en frente, un grupo de unos 200 jóvenes vestidos de azul y blanco bailan sosteniendo mensajes de bienvenida. “Una Corea Unida” es lo que dicen sus pancartas. 

"El espíritu deportivo, el espíritu olímpico puede unir a dos países; también a Corea del Sur y Corea del Norte”, se exclama un joven surcoreano.

En la frontera entre los dos países, en el Paralelo 38, la famosa DMZ (Zona Desmilitarizada), los soldados norcoreanos y surcoreanos se ven a pocos metros de distancia cada día. En el lado surcoreano de la frontera, los militares de Naciones Unidas siguen haciendo guardia. A pesar de que bajo tanto control la zona parece tranquila, aseguran que se trata de una de las fronteras más tensas del mundo.

Cruzaron la frontera

La guerra de Corea (1950-1953) opuso Corea del Sur, apoyada por Estados Unidos, a Corea del Norte, apoyada por China y la Unión Soviética. Una guerra muy sanguinaria que  causó la muerte del 15 % de la población del norte de la península. Fue también la guerra que dividió a muchas familias, y todavía hoy en día, en Corea del Sur desertores y víctimas de esta guerra piden la reunificación de las familias separadas ya durante décadas.

Ahn Myeong-chull es uno de ellos. Antiguo guardia de un campo de concentración norcoreano, ahora establecido en Seúl, ayuda a otros norcoreanos a desertar, como hizo él.

“Me padre se suicidó con veneno, por lo que mi madre, mis dos hermanas y yo fuimos condenados a prisión. Cuando de repente me encontré a mí mismo en el otro lado de la historia, siendo el prisionero que durante años había vigilado a otros prisioneros, sentí un enorme vacío. Había pasado toda mi vida fiel al gobierno norcoreano y de repente todo en lo que yo había creído me daba la espalda. Por eso decidí escapar a Corea del Sur."

Las ONGs denuncian que ahora con Kim Jong Un en el poder, se ha intensificado el control para que nadie cruce la frontera de norte a sur.
Las ONGs denuncian que ahora con Kim Jong Un en el poder, se ha intensificado el control para que nadie cruce la frontera de norte a sur. Flickr CC / Stephan

Alcanzar la paz

Son muchos años de tensiones en la península coreana y especialmente el 2017. Tanto Donald Trump como Kim Jong-Un han insinuado en más de una ocasión la posibilidad de que estalle una guerra abierta. Pero entre los líderes, el pueblo coreano todavía espera la paz.

Durante los Juegos Olímpicos, Seúl y Piongyang han dado pasos históricos de acercamiento. Histórica fue la visita de Kim Yo-jong, hermana y brazo derecho del líder norcoreano Kim Jong-Un, a Seúl y su invitación formal al presidente surcoreano Moon Jae-In para que viajara a Pyongyang y se reuniera con el líder norcoreano.

Estos gestos diplomáticos que hemos visto hacen aún más consistente la teoría de que los Juegos de Invierno pueden ser capaces de suavizar las fronteras de la península coreana.

>>Escuche también nuestro Enfoque Internacional: "Coreas: ¿acercamiento real o de fachada?"

 

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