Tras décadas de tensión por las ambiciones atómicas de Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong Un, celebraron una cumbre histórica en Singapur que desembocó en un acuerdo según el cual Corea del Norte prometió una "desnuclearización completa", aunque aún quedan muchas preguntas sin respuesta.
La fórmula de la declaración conjunta es bastante vaga respecto a un calendario y se remite a ulteriores negociaciones para su puesta en aplicación, las cuales deberían comenzar a partir de la semana próxima y estarán dirigidas por el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, figura central del diálogo entre Estados Unidos y Corea del Norte.
El documento tampoco precisa que la desnuclearización vaya a ser "verificable e irreversible" como lo reclamaba Estados Unidos antes de la cita de Singapur. Entrevistado la víspera, Rafael Bueno, director de política y sociedad de Casa Asia en Madrid, ya emitía algunas reservas cómo lo explicó a Radio Francia Internacional.
"Para el régimen norcoreano hacerse una foto con el presidente de los Estados Unidos -algo que reclamaban durante décadas-, es un éxito porque lo que querían era tener discusiones y relaciones bilaterales con Estados Unidos y desde Washington lo habían negado, prefiriendo el plano multilateral… es un poco la política de Trump, han comenzado la casa por el tejado, que es lo que da más visibilidad. Pero el trabajo más difícil, negociar la desnuclearización de la península, serán más tarde, ya se ha hecho la foto, las negociaciones se verá después."
Entrevistado : Rafael Bueno, director de política y sociedad de Casa Asia en Madrid.
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