Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford consiguió identificar el circuito cerebral que permite regular el ciclo sueño-vigilia.
En este circuito la dopamina, un neurotransmisor o molécula que transmite información entre las neuronas, juega un papel clave, según si es presente o si es inhibida.
El estudio fue efectuado sobre ratones y conducido por Luis de Lecea, catedrático de psiquiatría en Stanford, California, y especialista del sueño.
Irse a dormir no siempre es algo sencillo para los millones de personas que sufren trastornos del sueño, se necesita un ambiente que lo favorezca: tener horarios regulares, evitar ruidos y mantener algunas pautas fijas son la mejor entrada en materia.
Pero también hay que evitar interrumpir los preparativos, consultando de manera compulsiva el teléfono móvil para no perderse los últimos mensajes, o mirando una pantalla electrónica. Estos dispositivos emiten una frecuencia de luz azulada que engaña a nuestro cerebro, haciéndole creer que se trata de la luz diurna.
El descubrimiento pone de relieve el papel central de la dopamina, ignorado hasta ahora, y abre la posibilidad de tratar los trastornos del sueño con terapias dirigidas estrictamente a este circuito, en lugar de los tratamientos tradicionales que no son específicos y "apagan" todo el cerebro.
Entrevistado: Luis de Lecea, catedrático de psiquiatría en Stanford, California, y especialista del sueño.
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