Las nanopartículas presentes en la alimentación
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Actualmente las nanopartículas tienen una gran variedad de aplicaciones, en el campo biomédico, electrónico e incluso en la cosmética. El uso de estos nanomateriales también es cada vez mayor en los alimentos procesados, en forma de aditivos. Pero hay pocos estudios sobre su toxicidad y falta una normativa al respecto.
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¿Ha escuchado hablar de las nanopartículas? Son partículas tan pequeñas que sus propiedades intrínsecas cambian. Actualmente las nanopartículas representan una importante área de investigación científica, ya que hay una amplia variedad de aplicaciones en una gran variedad de campos: biomédicos, ópticos, electrónicos e incluso en la agricultura.
Nanopartículas presentes en la alimentación
De hecho en la alimentación ya se usan nanopartículas, aunque por el momento no hay muchos estudios sobre qué efecto tienen en el humano.
Es el caso del aditivo E171, (dióxido de titanio nano), este aditivo tiene la particularidad de proporcionar un blanco opaco, de allí que se encuentre en muchos productos de confitería, como grajeas, gomas de mascar o los célebres M & M ’s.
Otro aditivo frecuentemente utilizado y que también es una nanopartícula, es el antiapelmazante E551, (dióxido de silicio nano). Este aditivo se usa para dar una textura especial a los alimentos, como es el caso de helados, salchichas, el café instantáneo o pastas instantáneas.
Posibles consecuencias en la salud
Se cree que las nanopartículas pueden provocar daños en el ADN, retardar el crecimiento, provocar inflamaciones crónicas así como reacciones de hipersensibilidad y alergias. Se sospecha que puede debilitar el sistema inmunitario y que podría ser cancerígeno probable.
Al ser tan pequeñas, estas partículas pueden atravesar las barreras fisiológicas de las células respiratorias, digestivas y cutáneas y acumularse en algunos órganos.
La falta de estudios científicos sobre su toxicidad y la ausencia de un marco normativo no permite saber mucho sobre las nanopartículas y su impacto en los humanos.
Pero organizaciones como la ong francesa Agir pour l’Environnement analizaron por sus propios medios más de 200 alimentos industriales, entre ellos los famosos M & Ms. Así también sopas instantáneas, helados y galletas.
En la mayoría de los productos analizados se encontraron nanopartículas, a pesar de que en la lista de ingredientes no estaba especificado. Algunos fabricantes decidieron después de este estudio retirar de sus productos estos nanomateriales.
Entrevistada: Tatiana Santos, experta en nanomateriales de la EEB (European Environmental Bureau) la federación europea de ongs medioambientales.
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