Saltar al contenido principal
FRANCIA

Plantean modificar horarios de liceos para adaptarlos al sueño de los jóvenes

Los adolescentes tendrían un ciclo de sueño distinto al de niños y adultos por lo que sería favorable despertarlos más tarde. La presidenta de la región parisina propone adaptar los horarios de los liceos al ritmo biológico de los jóvenes.

Los adolescentes deben dormir entre 8 y 10 horas por noche.
Los adolescentes deben dormir entre 8 y 10 horas por noche. DR
Anuncios

La propuesta ha suscitado debate tanto en los medios franceses como en las conversaciones cotidianas. A principios de enero, la presidenta de la región capital de Ile-de-France, Valérie Pécresse propuso al ministro de la Educación, Jean-Michel Blanquer, instaurar nuevos horarios en los 500.000 liceos de la región, a manera de experimento. La propuesta consiste en comenzar las clases a las 9 de la mañana, y no a las 8 am u 8:30 am, como es el caso a actualmente.

“Esto favorecería el aprendizaje y mejoraría el transporte en las mañanas”, indicó Pecresse en un tuit.

En respuesta, el ministro de la Educación recordó que los horarios de los establecimientos de enseñanza secundaria son definidos por los consejos de administración de cada centro.

No obstante, la propuesta Pécresse ha dado mucho de qué hablar ya que hace eco a un estudio publicado en la revista científica Sciences Advances, sobre los efectos de un experimento realizado en Seattle.

En esa ciudad de la costa oeste, numerosos establecimientos retardaron el horario matutino en 2016. Los resultados obtenidos superaron las expectativas: los jóvenes dormían mejor, hubo menos ausentismo o retrasos, y mejor rendimiento.

Esto se debe a un ritmo en el ciclo del sueño de los adolescentes, muy diferente al de niños o adultos.

Los científicos explican que el reloj interno humano está influenciado por parámetros externos como la luz. Pero en la pubertad, el ritmo circadiano (biológico) tiende a prolongarse y a disminuir la sensibilidad a la luz de la mañana. Debido a eso, los adolescentes serían más propensos a acostarse más tarde y también a despertarse más tarde.

El biólogo argentino Horacio de la Iglesia, quien trabaja en el departamento de neurociencias de la Universidad de Washington, es categórico: “Pedir a un adolescente que se levante y esté atento a las 7:30 am, es como pedirle a un adulto estar activo y alerta a las 5:30 de la mañana”.

A esto se suma los cambios hormonales propios de la pubertad, otro de los fenómenos que afecta notablemente el ritmo biológico, así como la utilización por la noche de dispositivos electrónicos que emiten luz azul, como computadoras, tabletas o teléfonos, que también tienen un efecto negativo en el sueño.

Los especialistas aseguran que el sueño tiene un papel fundamental en el aprendizaje y consolidación de la memoria. Los adolescentes deben dormir entre 8 y 10 horas por noche.

Pero además de las consideraciones académicas, el sueño es importante para conservar la salud. Según Gideon Dunster, uno de los autores del estudio, “no respetar los ritmos circadianos tiene consecuencias nefastas sobre la digestión, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, el funcionamiento del sistema inmunitario y el nivel de atención y de salud mental. Los jóvenes que no duermen lo suficiente, tienen más propensión de sufrir obesidad, diabetes, hipertensión, depresión, ansiedad o accidentes.

En Canadá, las recomendaciones son de 9 a 11 horas de sueño para jóvenes de entre 9 y 13 años, y de 8 a 10 horas, para los adolescentes entre 14 y 17 años de edad.

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Compartir :
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.