Kitano: Irónica estética de la matanza
El director japonés Takeshi Kitano vuelve a Cannes con Ultraje, una película que retrata el funcionamiento de la mafia nipona a través de una mirada estilizada y marcada por el humor de escenas insostenibles. La crónica del enviado de RFI a Cannes.
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Es la quinta vez que el japonés Takeshi Kitano viene al festival de Cannes desde que presentó Sonatine en 1993 en la sección Una cierta mirada de la selección oficial. En competición, participó en el ‘99 con El verano de Kikujiro.
En competición ha presentado ahora Ultraje, donde vuelve Kitano al cine de sus comienzos sobre la mafia de las yakuzas japonesas, al contar la historia de un viejo gángster, un yakuza que observa los ajustes de cuentas provocados por el gran padrino de la mafia que va cambiando a sus jefes de clan como peones, enfrentándolos unos a otros.
Bien documentado sobre ritos y costumbres de la mafia japonesa y de su evolución en nuestros días, Kitano filma con humor e ironía una matanza atroz con exquisita estética cinematográfica y brillante e ingeniosa puesta en escena.
Su film lo podríamos definir como la estética de la masacre, pues hasta las bonitas mujeres que nos muestra vivas, son tan bellas como antes cuando están muertas y ensangrentadas. En sus cuidados encuadres Kitano filma la violencia con hiperrealismo, insostenible a veces para el espectador más frágil, mostrando con brutal e irónico humor las mil maneras de asesinar y librarse de un rival.
Kitano filma ese mundo oscuro, brutal y misógino de la mafia, tan parecido al de los negocios multimillonarios, o por su vestuario y sus autos al de una megacompañía funeraria. Almas sensibles abstenerse, pero aviso a los cinéfilos: Kitano es un gran cineasta y su película es de esas que se quedan en nuestra retina y en nuestra memoria.
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