Una semana de festividades
Este domingo se da inicio a la llamada ‘Semana de los Nobel’ en Estocolmo y Oslo. Seis días de eventos que culminarán con la entrega solemne de estos distinguidos premios creados en homenaje al químico Alfred Nobel, quien legó su inmensa fortuna para la institución de este reconocimiento. RFI estará en Estocolmo siguiendo los pasos del Premio Nobel de Literatura 2010, el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
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Por María Carolina Piña, enviada especial de RFI a Estocolmo
La semana se iniciará con la llegada de los distintos laureados el domingo y, como todos los años desde 1901, tendrá su punto culminante con la ceremonia de entrega de los premios, el 10 de diciembre, día en el que se celebra la muerte de Alfred Nobel.
Durante estos seis días, se realizarán numerosos eventos que incluyen conferencias de prensa, el tradicional discurso de los premiados, la ceremonia solemne y el banquete. Los premios de Física, Química, Medicina, Literatura y Economía serán entregados en el Konserthuset (Sala de conciertos) de Estocolmo. El Premio Nobel de la Paz se entregará el mismo día en la ciudad de Oslo.
Entre los insignes galardonados, el escritor peruano Mario Vargas Llosa a quien se hizo merecedor de la máxima distinción literaria a nivel internacional “por su cartografía de las estructuras de poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual”, según destacó la Academia sueca en su comunicado.
A los 74 años, Vargas Llosa inscribe su nombre en el mármol de los escritores distinguidos con el Nobel, convirtiéndose en el sexto escritor latinoamericano en recibir este premio luego de Gabriela Mistral (1945), Miguel Ángel Asturias (1967), Pablo Neruda (1971), Gabriel García Márquez (1982) y Octavio Paz (1990).
El escritor peruano estará en Estocolmo durante toda la semana. Su discurso, como el de todos los galardonados con el Nobel de Literatura, es uno de los más esperados en la capital sueca. Está previsto además que Vargas Llosa se reúna con la comunidad hispanohablante de Suecia.
La atribución de este magno reconocimiento es una dulce revancha para Vargas Llosa, quien desde hace más de 20 años figuraba en la lista de posibles galardonados. Algunos estudiosos consideraron que su “reputación de derecha” lo había alejado del Nobel durante estos años. Pero todos coinciden en afirmar que al escritor peruano, otrora candidato a la presidencia de su país, le sobran razones para haberse impuesto, al fin, sobre otros autores que figuraban entre los favoritos. La gran pregunta es por qué ahora, cuando nadie lo esperaba. La respuesta quizás permanezca bien resguardada en los herméticos pasillos de la Academia sueca.
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