Claudia Llosa, o la renovación del cine peruano.

La joven cineasta peruana Claudia Llosa, afincada desde hace varios años en Barcelona, acaba de pasar unos días en París, invitada como madrina del Festival de cine peruano en esta capital. Con sólo dos largometrajes de ficción en su haber, “Madeinusa” 2006 y “Fausta, la teta asustada” 2009, Claudia Llosa ha cosechado un éxito internacional en numerosos festivales internacionales.

Claudia Llosa entrevistada por Julio Feo. @Julio Feo

Sus películas coproducciones hispano peruanas, producidas por Wanda film, han dado la vuelta al mundo y le han permitido afirmarse como uno de los directores mas prometedores del cine peruano actual. Perú un país sin verdadera industria de cine, pero con personalidades destacadas que han mantenido de forma individual la presencia del cine peruano en el mundo.

Si “Madeinusa” obtuvo el premio Fipresci de la crítica internacional en el Festival de Rotterdam, “Fausta, la teta asustada” fue galardonada con el prestigioso Oso de oro en el Festival de Berlín. Ahora prepara Claudia Llosa su tercera película de ficción, pero en esta ocasión piensa rodar en Estados Unidos y Canadá. Por vez primera el tema no estará al parecer relacionado con el universo andino.

Claudia Llosa llegó al mundo del cine a través de la escritura, después de haber estudiado cine en Lima, Nueva York y en Madrid. “Escribo desde muy pequeña, ya escribía poesía de niña – afirma Claudia Llosa- fui muy aplicada en los cursos de guión, y después fue el productor quien me pidió que realizara yo mi primer guión”.

El mundo andino está muy presente en estas dos primeras películas, basadas en sus propios guiones originales. Muy influenciada por la obra del escritor José María Arguedas, sus relatos han sido hasta la fecha muy intuitivos y salen de su propio mundo interior.

Historias sobre la relación entre Lima y los Andes, entre ese Perú indígena que habla en quechua y ese Perú urbano que habla en español, como es la historia de Madeinusa”. O historias como la de “Fausta, la teta asustada” en la que Claudia Llosa busca comprender el violento pasado reciente del Perú y utiliza la música y la canción tanto como hilo conductor del relato, que como terapia en la transformación de su personaje protagónico.