Louvre-Lens, de la mina de carbón a la claridad del arte

El museo más prestigioso del mundo abrió su primera sucursal fuera de la capital francesa. El nuevo centro cultural implantado en Lens, una de las localidades más pobres del país, fue inaugurado por el presidente François Hollande.

Vista desde el exterior del nuevo Museo Louvre-Lens. Hisao Suzuki

“Hoy, sobre esta tierra del norte, el sol se llama el Louvre”, declaró el martes el mandatario francés François Hollande al inaugurar el nuevo Museo Louvre-Lens.

Este nuevo polo cultural construido en una de las zonas más azotadas de Francia concentró el interés de la prensa local e internacional. Esta idea de descentralizar la actividad cultural nació en 2003, con el ex presidente Jacques Chirac y su ministro de Cultura entonces, Jean-Jacques Aillagon.

El proyecto significó un enorme desafío luego de que se escogiera a Lens para acoger esta nueva sede, una pequeña ciudad del norte, antigua localidad minera castigada en la actualidad por la crisis. Casi diez años de obras fueron necesarios para ver surgir este edificio ultra moderno de cristal y aluminio que hoy resguarda casi 1.000 piezas de arte venidas del Louvre parisino.

Sobre una mina de carbón abandonada reposa este Louvre-Lens concebido por la agencia japonesa Sanaa. La negritud del terreno contrasta con la luminosidad y sobriedad del nuevo edificio que cuenta con una planta y un sótano donde se almacenan las reservas de este nuevo museo.

El "otro Louvre"

La espina dorsal de este Louvre-Lens es su “Galerie du Temps” (galería del tiempo), un espacio de 130 metros de largo y 25 de ancho, en el que conviven obras desde la antigüedad hasta el siglo XIX. Se trata de un recorrido por 5.000 años de historia que termina con “La libertad guiando al pueblo" que se mostrará en Lens durante un año.

“’La libertad guiando al pueblo’ es una obra maestra de Delacroix, y desde finales del siglo XIX ha sido la imagen de la república francesa. Traer esta obra al Louvre-Lens no fue una casualidad, y por eso se ha convertido en un símbolo del nacimiento de este museo”, explicó a RFI Vincent Pomarède, director del departamento de pinturas del Louvre.

El Louvre-Lens posee también una amplia sala que será dedicada a exposiciones temporales. Para su apertura se ha escogido una muestra sobre el Renacimiento donde reina la exquisita "Santa Ana" de Leonardo da Vinci que por primera vez sale del palacio del Louvre parisino. Con ella se exponen piezas de Miguel Ángel, Rafael, Fra Angelico, Tiziano o Tintoretto…

La mayoría estarán cinco años en Lens, otras como "Santa Ana" y la "Libertad guiando al pueblo" regresarán a la capital francesa el año entrante. Para la ciudad de Lens, este Louvre es un motivo orgullo y de esperanza luego de numerosos capítulos negros en su historia. La devastación tras las dos guerras mundiales, la desindustrialización, la pobreza. Con este museo, Lens espera activar el crecimiento, el progreso y por qué no, ser en el futuro, una capital cultural.

“Teníamos una posibilidad en un millón de obtener la instalación sobre una antigua mina, en la localidad más pobre de Francia, del museo más importante del mundo. Un lugar donde la grandeza del pasado dialogará con la modernidad. El Louvre modifica con su llegada el ADN de esta región y podemos afirmar antes incluso de la aprobación popular, que esta iniciativa es ya un éxito”, aseguró Daniel Percheron, presidente de la región Nord-Pas de Calais.

El Louvre-Lens abrirá al público el próximo 12 de diciembre y cada 5 años, el 4 de diciembre, día de Santa Bárbara patrona de los mineros, renovará las obras que allí se exhiben.