El Mejunje, ‘el rinconcito bohemio' de Santa Clara

Este centro cultural es uno de los más dinámicos, influyentes y abiertos de toda Cuba. Allí se mezclan música, poesía, teatro y artes plásticas. Pero sin duda la actividad más emblemática de la institución es el show de los travestis, el sábado por la noche, espectáculo que contribuyó a que Santa Clara se convirtiera en la ciudad más tolerantes del país.

El Mejunje de Santa Clara.

En esta ciudad provincial del centro de Cuba que es Santa Clara, un hombre tuvo la idea de crear un centro cultural único, libre, abierto a todas las propuestas y a todos los discursos. Más de 30 años después, Ramón Silverio, a quien todos llaman cariñosamente "Silverio", sigue allí, y su local, "El Mejunje" sigue siendo el más visitado por todas las categorías de la población.

“Es una historia muy larga. Yo quería un lugar donde pudiera entrar todo el que quisiera. No siempre ha gozado de la aceptación que tenemos ahora porque la propuesta era romper con todos los esquemas culturales, tabúes, trabas. Aquí se hizo en un tiempo lo que era prohibido o mal visto y eso provocó muchas reticencias”, explicó Ramón Silverio al micrófono de RFI.

Canción, poesía, circo, teatro, cine, artes plásticas, espectáculos para niños se mezclan en este lugar, un antiguo castillo abandonado que Silverio recuperó. Pero el espectáculo más emblemático del Mejunje es el show travesti, el primero que se hizo en Cuba.

"En una época en la que nadie quería hablar de diferencias sexuales y de aceptación, el Mejunje lo hizo. Fue durante mucho tiempo el único sitio en toda la isla que tenía espectáculos de transformistas. Eso ha hecho que Santa Clara esté muy adelantada en esos temas. La influencia del Mejunje ha sido muy positiva en varias generaciones de personas que no son homofóbicos”, agregó Silverio.

Con el paso de los años el Mejunje se ha convertido en el lugar musical de Santa Clara y sede de la conocida Trovuntivitis, un colectivo de trovadores locales que hicieron de este lugar su casa.

De su lado, Silverio no sólo se ha dedicado a dirigir este "rinconcito bohemio" de Santa Clara, como él lo llama. También es conocido por encarnar el personaje de Carmita, una vieja apreciada por todos en la ciudad.

“Tengo un espectáculo todos los domingos con Carmita. Pero es que un día me di cuenta que a través de ese personaje me comunicaba mejor con el público que si lo hago como Silverio”, asegura el fundador del Mejunje.

Ramón Silverio y su Mejunje parecen hechos el uno para el otro. Cuando el local abre sus puertas, allí está Silverio, con su sonrisa franca y afable. Su arma más poderosa contra la intolerancia, los prejuicios y las convenciones.