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Carrusel de las Artes

La tradición del espectáculo ecuestre en Chantilly

Primera modificación:

Conocida como “la capital del caballo”, esta pequeña ciudad al norte de París presenta todo el año espectáculos ecuestres de una gran calidad, así como otras muchas manifestaciones en torno al caballo y la equitación.

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Chantilly es muy visitada y admirada por su hermoso palacio y sus “Grandes Ecuries” (caballerizas reales) que atraen cada año a miles de visitantes del todo el mundo. Esta inmensa propiedad perteneció a Luis Felipe 1°, el último rey de Francia. El público puede entrar por las caballerizas y admirar unos 20 caballos mayoritariamente de razas ibéricas, ponis y asnos. Allí también se encuentra el Museo del Caballo, así como un pequeño teatro especialmente concebido para los espectáculos ecuestres, el gran atractivo del lugar.

© R&B Presse

En esa pista circular de arena, de 13 metros de diámetro, se realizan unos 150 espectáculos cada año por la compañía ecuestre del Palacio de Chantilly. En 2016 el espectáculo de verano se llama "Caballo, sueño y poesía", un vistoso compendio de números en donde jinetes y caballos se funden en un solo ente, al ritmo de músicas de diferentes épocas y países.

Siete jinetes principalmente mujeres y sus respectivos caballos dan vida a este espectáculo en forma de cuadros y en los que se combinan varias artes: equitación, teatro, circo, acrobacia. La compañía trabaja todo el año en la preparación de al menos tres espectáculos, lo que implica mucho entrenamiento y cuidados para los caballos y potros.

“Es un espectáculo en el que retomamos números de espectáculos presentados en años anteriores. El año pasado trabajamos entorno a España y la isla de Córcega; este año abordamos la cultura rusa. Nos gusta pasearnos por las distintas culturas del mundo donde hay tradición ecuestre. Nosotras mismas cuidamos y entrenamos a los caballos para que bailen con nosotros”, explicó a RFI una de las domadoras y amazonas de Chantilly, Cristina García Ríos.

Los espectáculos ecuestres bajo la cúpula de las grandes caballerizas de Chantilly se hacen desde hace más de 30 años. Su creador fue un apasionado, Yves Bienaimé, fundador también del Museo del caballo de Chantilly. Su hija, Sophie, ha seguido esta tradición que busca explorar las diferentes culturas ecuestres en el mundo.

Estas caballerizas son de una gran belleza y de hecho todavía nos parece sorprendente que en el siglo XVIII se haya podido construir un palacio tan bello e imponente. Pues bien, bajo esta inmensa cúpula hacemos nuestros espectáculos. La particularidad de este museo es que tenemos caballos vivos que entrenamos durante todo el año con lo cual hemos hecho del espectáculo ecuestre nuestra especialidad. Eso nos permite presentar a los caballos de una manera muy vistosa, con profusión de vestuarios, bailes y músicas de todo el mundo pues el caballo ha acompañado al hombre en todas las culturas. Hay coreografías donde deben galopar y correr juntos. Es necesario transmitirles la pasión por el espectáculo y hacerles que disfruten el contacto con el público” explicó a RFI Sophie Bienaimé.

Según Bienaimé se necesitan como mínimo tres años, desde que el caballo es muy joven. Pero el resultado es un espectáculo de una gran factura, donde jinete y caballo bailan formando una pareja de una gran complicidad.

Luego de la temporada de verano, la compañía ecuestre de Chantilly retomará "Métamorphoses", un espectáculo inspirado en los versos del poeta romano Ovidio.

© R&B Presse

 

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