'Una vida', de Maupassant, adaptada al cine

El cineasta francés Stephane Brizé propone una brillante adaptación de la novela de Guy de Maupassant, 'Una vida', sobre las desilusiones de una mujer del siglo XIX.

Extracto de Une vie, película de Stephane Brizé. Michaël Crotto / TS Productions

Francia, mediados del siglo XIX. Jeanne es una joven y elegante baronesa que sale del convento. Sus padres protectores aprueban su matrimonio con Julien, un artistócrata de quien Jeanne se enamora. Sin embargo, el matrimonio, lejos de ser un cuento de hadas, se convierte en una sucesión de desilusiones para la heroina de Une vie, novela del escritor francés Guy de Maupassant ("Una Vida").

Julien, el joven con el que se casa la protagonista resulta ser un esposo brutal, interesado y mentiroso. En su castillo, Jeanne se enfrenta con la hipocresia y la dominación masculina de la época. La heroina aparece como petrificada ante los abusos de su marido. Y acaba al borde de la locura

En las pantallas francesas salió esta semana una adaptación de esta novela por Stéphane Brizé.

El cineasta es autor también de La Ley del mercado, una película de corte social, premiada en Cannes en 2015, y cuyo personaje principal es un hombre en busca de un empleo. Aunque en 'Una Vida', la época y los personajes son totalmente distintos, Brizé ve un punto en común: ambos "viven el fin de sus ilusiones", dice el cineasta.

Cuando se le pregunta por que se interesó en una historia de amor infeliz, contesta a RFI que : "Mientras era infeliz en amor, solo contaba historias felices con la idea de que eso me iba a pasar también a mi, o que al menos existian. Y llega un momento en que uno vive una verdadera historia de amor. Entonces ya podemos enfrentarnos a historias de amor dolorosas en el cine."

El encuentro del cineasta con la novela de Maupassant "estuvo marcado sobre todo por un sentimiento de fraternidad con la protagonista Jeanne. Cuando leí la novela por primera vez a mis 27 años senti una cercanía, un sentimiento de cercarnía. Jeanne está fuertemente marcada por una literatura, cree fundamentalmente en la existencia del principe azul. Sueña con una vida ideal", confiesa Brizé.

Tanto los golpes emocionales que recibe Jeanne, como los engaños de su marido, la pérdida de su madre o la separación con su hijo contrastan con las escenas bucólicas de una infancia inocente y protegida, que el cineasta plasma con una serie de flash back y elipsis.

La tarea de adaptar al ciné una obra que se caracteriza por una lengua literaria brillante, la de Maupassant, y la temporalidad de una vida entera constituyó un reto que alcanzó con maestría Stéphane Brizé. "Es la primera que cuento una historia que se desarrolla durante un periodo tan extenso. Había hecho películas donde la acción pasaba durante 3 o cuatro meses. Y lo que me conmueve mucho son las huellas que deja el tiempo en un rostro. Cada quien tiene esa experiencia de ver fotos de si mismo más joven o envejecido, con arrugas que van apareciendo. Esa evolución del rostro me conmueve. Y esta película, esta historia me permitía filmar esto", concluye.