Este fin de semana, el legendario teatro parisino de La Huchette organizó un maratón teatral, presentando de manera continua dos obras de Ionesco: La cantante calva y La lección, durante 24 horas.
El pequeño Teatro de La Huchette en París posee un récord: en esta pequeña sala ubicada a unos pasos de Notre-Dame, dos obras del autor de teatro de los años 50, Eugène Ionesco fueron representadas más de 18.000 veces. Se trata de La cantante calva y La lección, dos joyas del teatro absurdo.
Para festejar esta aventura que inició en 1957 y que continuó sin interrupción, el teatro organizó este fin de semana un maratón de teatro: durante 24 horas la tropa de actores presentó en alternancia las dos obras.
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En los sótanos del teatro, instalado en una casa del siglo XVI, su director Franck Desmedt explica a RFI que "con ocasión del 60° aniversario, decidimos crear momentos fuertes para prolongar esta fecha más allá del 16 de febrero que coincide con el aniversario. Hemos creado una serie de eventos teatrales más allá de nuestras dos obras principales, La cantante calva y La lección. La tropa de actores del Teatro de La Huchette está conformada por 45 personas. Son cuatro o cinco personas por personaje. Entonces hubo rotaciones de actuación. Y una pequeña sorpresa: varios comediantes que encarnan un mismo personaje entraban y salían del escenario durante la obra. Desde hace 24 horas estamos viviendo algo extraordinario en los camerinos: hay actores por todas partes que suben, bajan, se van a dormir, vuelven, entran y salen del escenario. ¿Cómo aguantamos? Mucho café y algunos actores se duermen en el escenario mismo".
Desde 1957, más de dos millones de personas pasaron por el Teatro de La Huchette para ver La cantante calva y La lección, una obra que satiriza la enseñanza de los idiomas, protagonizada por personajes burgueses grotescos que repiten las frases hasta la locura. Un humor que 70 años después sigue causando la hilaridad del público:
Marc Baudin, uno de los actores de la tropa, estima que "la gente ríe pero no de las mismas cosas que antes. Antes era una obra muy nueva y ahora es como un clásico, hay gente que espera los chistes. La puesta en escena que hacemos aquí es muy fuerte, es la primera puesta en escena de La cantante calva. Actuamos como si fuera una obra normal y eso es muy chistoso".
Más de medio siglo después, y con la misma puesta en escena, las obras de Ionesco no han envejecido. Los espectáculos han visto pasar ocho presidentes de la República, la Guerra de Argelia, Mayo del 68, la caída del muro de Berlín y la creación del Euro, observan irónicamente los actores del teatro cuyo decano Nicolas Bataille tiene 84 años.
Y pese a que los atentados de 2015 mermaron el número de visitas, el Teatro de La Huchette recuperó su público, y sigue siendo una etapa inevitable para muchos turistas de vacaciones en la capital francesa.
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