El Sumo pontífice fue uno de los protagonistas del Festival de Cannes gracias al documental del alemán Win Wenders quien siguió al primer papa Francisco durante los seis primeros años de su pontificado.
El papa Francisco se convirtió en una estrella de cine en la cámara de Win Wenders. El director alemán de 72 años presenta fuera de la competencia del Festival de cine de Cannes, un documental sobre el sumo pontífice argentino. Una cinta donde Wenders disimula apenas su fascinación por el primer papa latinoamericano y que se filmó por pedido de El Vaticano.
“Nunca hubiera imaginado que haría alguna vez una película sobre el Papa. Hasta el día en el que recibí una carta de El Vaticano. Quedé perplejo. Por supuesto, respondí que sí. Pregunté qué querían y la verdad me sorprendió que me dijeran que podía hacer lo que yo quisiera. Por parte de El Vaticano no hubo ninguna condición ni exigencia, estaban dispuestos incluso a abrir los archivos de la Santa Sede. En resumen, tenía luz verde para decidir el estilo de la película y su contenido”, dijo Win Wenders ante los micrófonos de RFI.
El documental de Wenders comienza con las imágenes de Bergoglio, cuando el Sumo Pontífice era arzobispo de Buenos Aires. Sigue su elección como jefe de la Iglesia y el rol político que asumió desde entonces. La cámara de Wenders lo sigue por el mundo, sus numerosos discursos, peregrinaciones y viajes en los 6 primeros años de pontificado. Wenders explica también las razones religiosas que lo llevaron a tomar, por primera vez en la historia de El Vaticano, el nombre de Francisco, tomando como ejemplo a San Francisco de Asís.
“Papa Francisco, un hombre de palabra” aborda también pero muy en superficie las grandes controversias en torno a Francisco, especialmente las críticas que se le han hecho por su silencio en el caso de los sacerdotes pedófilos de la Iglesia. Pero la cinta permite conocer más personalmente al Papa, quien se dirige directamente al espectador durante toda la cinta.
"Para mí, fue un enorme privilegio haber tenido tanto tiempo, cara a cara, con el papa Francisco. Decidimos entonces filmar esos diálogos como si fuera una conversación del Papa con el público, que Francisco mirara a la gente que ve la película, como un mensaje directo al mundo, y no sólo a mí", agregó Wender.
Francisco invita al espectador a dejarse seducir por la belleza y el arte -los artistas, dice, son apóstoles de la belleza-, a amar y disfrutar la vida, a amar y proteger la naturaleza.
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