Renacer tras el conflicto armado en Colombia
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El festival Visa pour l’image presenta el fotorreportaje de la francesa Catalina Martin-Chico quien siguió con su cámara a las mujeres exguerrilleras de las FARC, para quienes el fin del conflicto significó un cambio de vida y la posibilidad de ser madres.
La firma de los acuerdos de paz en Colombia, en 2016, que puso fin a más de 50 años de conflicto armado, inauguró una nueva etapa en la vida de las combatientes de las FARC. Durante décadas, estas mujeres-soldados se plegaron a las reglas de la guerra en la selva: tenían prohibición total de tener hijos y las que quedaban embarazadas debían abortar o abandonar a sus bebés.
Con el fin del conflicto centenares de estas mujeres han decidido ser madres, un fenómeno de grandes proporciones al punto que muchos hablan de “baby-boom”. Sin embargo, estos niños han nacido en un momento de transición complicado para los ex guerrilleros. Estas nuevas madres y sus compañeros, quienes han vivido hasta en las zonas veredales (zonas de reinserción), están a la espera de poder integrar la sociedad civil, después de haber entregado sus armas.
Ese es el tema de la serie fotográfica “Colombia: (Re)nacer” de la fotógrafa francesa Catalina Martin-Chico, presentada este año en el festival Visa pour l’image en Perpiñán. El proyecto de este reportaje había sido premiado con el Premio Canon a la Mujer fotoperiodista 2017, galardón que le permitió a Martin-Chico finalizar su trabajo.
Las imágenes muestran la vida cotidiana de estas mujeres, muchas de las cuales se enrolaron en las FARC cuando eran muy niñas. Para la mayoría, la familia era la guerrillera, una vida que transcurría en la selva, arma en mano y al ritmo del montaje y desmontaje de campamentos en los que sólo permanecían algunos días.
Los acuerdos de paz significaron el abandono de la vida como soldados y la oportunidad de vivir el embarazo y la maternidad.
Catalina Martin-Chico viajó una primera vez a las zonas veredales en mayo de 2017, y luego pasó dos meses con estas mujeres en 2018.
“Pude ver como la transición de la guerra a la paz significó pasar de la presencia de las armas, a la presencia de los niños. Para estos niños la paz en Colombia permitió nacer, y para las mujeres renacer”, explicó Martin-Chico a RFI.
La fotógrafa francesa asegura que este proceso ha abierto sin embargo un periodo de incertidumbre. Los ex guerrilleros tienen una ayuda financiera del Estado hasta el verano de 2019, pero deben prepararse a una vida que no conocen. Además, una parte de la sociedad colombiana no aprueba su inserción en la sociedad, por lo que muchos ex combatientes han optado por vivir bajo anonimato.
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