El Musée d’Orsay presenta una muestra sobre los primeros años de producción artística del joven Picasso en la capital francesa. Un período en el que dominaron los tonos azul y rosa, y en el que el español se distinguió por su genialidad y audacia.
Pablo Picasso (Málaga, 1881 – Mougins, 1973) estará eternamente ligado al estilo cubista que lo hizo célebre. Pero todo artista tiene un punto de partida, y todo genio un génesis. Es lo que muestra el Museo d'Orsay de París a través de la exposición "Picasso, azul y rosa".
La muestra concentra en un mismo lugar siete años de creación intensa y fecunda del joven prodigio español recién llegado a París. Un Picasso entre los 19 y los 25 años, que transitó por diversos estilos: la rica paleta cromática que anuncia a los fauvistas, pero también el post-impresionismo de Van Gogh o Toulouse-Lautrec, y progresivamente las tendencias monocromáticas del azul y luego el rosa, tonos con los que Picasso tiñó decenas de cuadros pre-cubistas.
La exposición comienza con coloridos cuadros de la vida parisina pintados por el joven Pablo Ruiz Picasso y su famoso autorretrato “Yo Picasso”, que simboliza el nacimiento del artista. Luego, el momento preciso en el que la paleta de Picasso se tiñe de múltiples tonos de azul. Coincidió con la trágica muerte de su amigo íntimo Carles Casagemas, quien se suicidó en París. Picasso lo pinta en su lecho de muerte e introduce el azul en la expresión del difunto. El azul invade sus lienzos hasta que otros intereses lo hacen ir hacia el rosa. La exposición insiste en el hecho de que no son períodos inconexos sino más bien parte de una continuidad.
“En el período azul Picasso pintó principalmente personas solas, pobres, prostitutas; le interesaba abordar en su pintura la vida social de su época en detrimento de otro París más alegre y nocturno. Ahí nació el genio de Picasso y su interés por temas que desarrollará en su madurez. Después del azul vino el rosa, a través del cual Picasso aborda los temas ligados al circo. Se interesa mucho en la figura del arlequín, como una reflexión de lo que es el artista como imagen de la sociedad”, explicó a RFI Emilia Philippot, una de las curadoras de la muestra.
En su fase rosa, hacia 1905, Picasso estudia con detalle el cuerpo femenino. El Musée d’Orsay muestra numerosos desnudos de mujeres y de su amante del momento, Madeleine: la paleta se amplía hacia un cálido tono carnoso sobre fondos rojos. Entre las numerosas esculturas figura un simpático arlequín expuesto entre cuadros y bocetos de saltimbanquis y acróbatas
La exposición "Picasso, azul y rosa" es una muestra en asociación con el Museo Picasso de París, presentada en el Museo de Orsay, una antigua estación de trenes por donde justamente arribó a la capital francesa el joven Pablo Ruiz Picasso desde Barcelona, en el año 1900.
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