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Carrusel de las Artes

El mundo onírico y poético de Miró inunda el Grand Palais de París

Primera modificación:

París se rinde a la obra del gran maestro catalán a través de una retrospectiva presentada en el Grand Palais de la capital francesa. Una de las exposiciones emblemáticas de la temporada que reúne obras venidas de diferentes puntos del planeta.

La retrospectiva "Miró2 estará abierta hasta el 4 de febrero.
La retrospectiva "Miró2 estará abierta hasta el 4 de febrero. DR
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Hace 44 años que no veíamos una exposición en París que abarcara todas las etapas de la trayectoria artística de Joan Miró. La muestra, que reúne 150 obras maestras, comienza con las obras tempranas de Miró en su tierra natal, Cataluña, y sus etapas fauvista, cubista y detallista. Pero luego, la explosión creativa que se produjo a su llegada a París, en una época de gran efervescencia artística.

La exposición da cuenta del momento en el que la realidad deja de ser un modelo para el catalán quien desarrolla un sistema de signos, en sintonía con el Manifiesto surrealista de André Breton. Aparecen luego sus famosos "Paisajes Imaginarios" repletos de seres nuevos, animales e insectos; diurnos y nocturnos, que cuentan un nuevo lenguaje cósmico de Miró.

“Es una obra que, sin lugar a dudas, constituye un núcleo fundamental del arte moderno y contemporáneo, y que nos da las claves para entender el arte de nuestra época. Queríamos rescatar el mensaje de libertad artística y de creatividad dl artista catalán. Fue el primero que substituyó la realidad por un mundo más en sintonía con sus sueños. Miró fue siempre un soñador despierto, y justamente esta muestra nos permite ver y entrar en el mundo de Miró”, Jérôme Neutres, el curador científico de la exposición.

Miró en el Grand Palais de París se compone de 16 secciones que incluyen también sus trabajos en cerámica y algunas esculturas, así como las obras de su taller instalado en Mayorca al final de su vida.

En ese taller Miró produjo su mundialmente conocido tríptico Azul I, II y III: tres lienzos azules de gran formato presentados en una sala circular del Grand Palais.

“Estas obras son la Capilla Sixtina de Joan Miró, su lugar de introspección espiritual y donde Miró viajaba en el tiempo y en el espacio para hablar con los espíritus, con el silencio, con el vacío. Ese azul es el mediterráneo y el cielo de la isla de Mallorca, que nos vierte dentro de una reflexión para entender el concepto de la vida eterna”, explicó a RFI el nieto del artista Joan Punyet Miró.

La muestra, que se extenderá hasta el 4 de febrero, consagra una sección a la oposición de Miró a todos los extremismos y en especial, al fascismo en España, durante el período de la guerra civil.

“Esta exposición tiene una importancia fundamental, en un momento en el que vemos un auge de las ideologías conservadoras y de los nacionalismos cercanos al fascismo. Contra todo eso Miró nos incita con su obra a saborear los placeres de la libertad”, concluyó Neutres.

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