"Romper y conectar", la fotografía bordada de Jessica Daza
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Jessica Daza es una artista visual y fotógrafa bogotana. A sus 28 años se ha instalado en París después de haber vivido en Nueva York y en Colombia. Su nombre artístico es Pepita Punto Bolita y propone "romper la foto para luego unir y reconectar". Asegura que sus fotografías bordadas y los autorretratos desnudos le han ayudado "a sanar".
"Si no creara, estaría sufriendo. Gracias a la creación puedo estar en este mundo hostil. Hay que crear para sanar, para curar, para sentirse a salvo, para entender a los demás", nos confiesa Jessica Daza a quien la muerte de su padre, también artista plástico, hace dos años, la sacudió. "La muerte es una maestra. Lo que me provocó fue viajar, arriesgarme, explorar", asegura la fotógrafa.
Daza se acaba de instalar en París donde ya ha expuesto sus fotografías bordadas a través de la plataforma Fam. Una técnica que consiste en bordar fotos con hilos. "Es un proceso muy lindo porque es volver a lo manual. Es un trabajo muy catártico. Lo que quiero transmitir es el dolor que yo siento o el dolor que percibo de la gente, del mundo... estoy en esa intersección de esos puntos que forman una linea y que forman lo que somos. Cuando empiezo a bordar la fotografía empiezo a sentir esa unión porque son analogías. Ese es mi trabajo, romper pero conectarme, es también dolor y felicidad", cuenta en Escala en París.
La joven artista ha participado ya en varios proyectos en Colombia con su técnica del bordado de fotos. Entre ellos, el proyecto con el Colectivo Orlando Fals Borda, bordando los retratos de personas desaparecidas. El bordado en este tipo de trabajo alcanza otra dimensión porque los familiares no pueden hacer el duelo porque no tienen los cuerpos. "Fue un trabajo muy fuerte. Lo que se hizo con el bordado fue darle ese color, esa construcción a los retratos. Lo que quieren los familiares es recuperar el cuerpo de sus familiares. Espero que se puedan hacer más proyectos sociales para ayudar a la gente", dice la bogotana.
"Hay que crear para sanar, para curar, para sentirse a salvo, para entender a los demás", dice Daza al hablar de sus series de retratos y autorretratos desnudos. "El trabajo con el cuerpo empieza con la reflexión sobre los estereotipos que tiene la mujer desde hace mucho tiempo". La fotógrafa comenzó a fotografiar a sus amigas desnudas hasta que ella también quiso confrontarse a su cuerpo. "Fue ahí cuando comencé a tener una conversación con mi cuerpo y con la gente que me rodea. Ha sido maravilloso porque siento que es una buena manera de curar".
Influenciada por la piscomagia del cineasta chileno afincado en París, Alejandro Jodorowsky, o por escritoras como Virginia Woolf o Alejandra Pizarnik, a Jessica Daza no le gusta que la encasillen en una disciplina. Es por ello que no cesa de explorar y experimentar nuevas expresiones. Ahora mismo, está haciendo un nuevo proyecto, Koma, que combina comida y arte junto a la artista colombiana Erika Calderón y el chef venezolano Noel Rivas.
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