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Tour de France 2016

2013, 2015, 2016... ¡Froome otra vez!

 Con el triunfo de este domingo, Christopher Froome ingresa a la lista de récords del Tour de Francia: con seis participaciones en La Grande Boucle, el británico se ha llevado el maillot amarillo puesto en 2013, 2015 y en esta última edición. En las dos primeras ocasiones, el segundo lugar fue para Nairo Quintana. Este año, el colombiano ocupa el tercer lugar detrás de Romail Bardet.

Церемония награждения Tour de France 2016: британец Крис Фрум, француз Ромен Барде и колумбиец Наиро Кинтана на фоне Триумфальной арки
Церемония награждения Tour de France 2016: британец Крис Фрум, француз Ромен Барде и колумбиец Наиро Кинтана на фоне Триумфальной арки REUTERS/Stephane Mantey/Pool
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Tres nombres lideraban el barómetro de los favoritos cuando arrancó del Tour de Francia: Froome, Quintana, Contador. Un mes después, sube al Pódium el británico con el maillot amarillo puesto, Quintana en el tercer lugar y Contador observa el resultado final desde su casa, en su España natal, mientras se recupera de las lesiones que le dejaron las dos caídas que lo obligaron a abandonar la carrera apenas comenzaba.

Después de arrancar en el Mont Saint Michel y finalizar en las cumbres alpinas, el Tour no vivió mayores sorpresas respecto a los pronósticos pese a que el ciclismo es considerado como el deporte más impredecible de todos. El anunciado triunfo de Christopher Froome empezó a ser verdaderamente incuestionable desde muy temprano, en la etapa 8, cuando el británico se puso el maillot amarillo para nunca más quitárselo en los 1.950 km que quedaban por pedalear.

Nada hizo que perdiera su liderazgo Ni las dudas que pesan sobre su honestidad deportiva, tanto por su rendimiento físico como por las posibles alteraciones a su bicicleta, ni los accidentes que sufrió en la ruta. Basta con recordar la escena que sin duda pasara a la historia del Tour 2016: un Froome corriendo desesperado en el último tramo de ascenso al Monte Ventoux, después de que su bicicleta quedara inservible por dos motos que atraparon al ciclista como un sándwich. Minutos después, el mismo Froome cruzaba la meta en una bicicleta de remplazo que apenas podía pedalear.

En la penúltima etapa de montaña pedaleada el viernes 22 de julio entre Albertville y Saint Gervais bajo un aguacero diluviano, Froome fue uno de los ciclistas que cayeron sobre el asfalto mojado. Un día después, Froome afrontó la última etapa en Los Alpes y, al final del difícil descenso a Morzine, siguió con el maillot amarillo puesto. La foto del Pódium en los Campos Elíseos estaba lista: Froome, Bardet, Quintana.

“La mala pata” de Contador.

El español Alberto Contador empezó el Tour con el pie izquierdo. En las dos primeras etapas, el líder del equipo Tinkoff rodó por el suelo víctima de las lluvias y los vientos normandos. Las graves lesiones que le dejaron los dos batacazos obligaron a Contador a abandonar definitivamente la cerrera apenas ocho días después de la largada. Aguantó hasta la novena etapa, cuando el Tour pasaba por España, su tierra natal, a mitad de la ascensión del puerto del Cantó, de primera categoría, antes de cruzar la frontera hacia el Principado de Andorra.

Aparte de su delicado estado de salud, al retiro de Contador subyacen motivos más opacos ligados a los caprichos del dueño del equipo Tinkoff, el millonario ruso Oleg Tinkov. Cercanos al corredor del mundo activo con mejor palmarés (tres Vueltas, dos Giros y dos Tours en su vitrina), aseguran que Contador nunca contó con el apoyo de sus compañeros en sus momentos más duros. Justamente la víspera a su abandono, al finalizar la etapa que acabó en Bagnères de Luchon tras el descenso del Peyresourde, Contador admitió que el dueño había decidido que el checo Roman Kreuziger pasaba a ser el líder del equipo y que él debía trabajar en su apoyo.

Contador disputaba este 2016 el noveno Tour de su carrera tras ganar los de 2007 y 2009 y el de 2010 en el que su nombre no figura tras haber sido descalificado por dopaje.

Las piernas de Quintana desfallecen

Muchas voces experimentadas y no vaticinaban el triunfo de Nairo Quintana en este Tour de Francia. “La tercera será la vencida para Nairo”, se comentaba en los corrillos, “este tour no está diseñado para él, pero su recorrido lo favorece” argumentó con experticia el quíntuple campeón de la Grande Boucle, Bernard Hinault. “Nunca ha habido un colombiano con las calidades de Quintana… es mi favorito para ganar este Tour” expresó la gran leyenda del ciclismo francés, Raymond Poulidor. Una opinión compartida por otro campeón, Bernard Thévenet.

Sin embargo, tanto las voces más apasionadas como las más doctas se fueron quedando sin eco en la medida en que el escarabajo pedaleaba y la distancia en tiempo iba aumentando respecto al líder Christopher Froome. Nadie dudaba de la destreza del maillot amarillo ni de las ventajas de contar con un equipo como el Sky Team. Tampoco es que no fuera evidentes los esfuerzos del escarabajo colombiano por superar a su principal rival. Per, definitivamente, algo no iba bien en Quintana. “No es el mismo de los tours anteriores. En eso había consenso.

El viernes 22 de julio, al final de la dura etapa de montaña, al pie del Mont Blanc, Quintana develó el misterio. Una especie de alergia que lo atacaba desde hacía varios días le impedía oxigenar sus piernas. De ahí esos resultados que él mismo no se esperaba.

Pese a su estado de salud, Quintana lucho en la etapa alpina del día siguiente y logró defender su tercer lugar en el pódium. Un resultado que hace feliz al escarabajo colombiano quien además aumentó su satisfacción con el triunfo de etapa que ese sábado se llevó su compañero Ian Izaguirre y la calificación como mejor escuadra del Tour de Francia a su equipo, el Movistar.

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