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RÍO 2016

Las latinoamericanas vinieron con todo a los Juegos Olímpicos

Si las atletas de la región tuvieron que enfrentarse a comentarios sexistas y a una menor cobertura mediática de sus disciplinas, eso no les impidió demostrar que en el ring, la cancha o en el tatami son unas campeonas de primer plano… con o sin medalla.

La colombiana Mariana Pajón se lleva la medalla de oro en BMX y la venezolana Stefany Hernández la de bronce.
La colombiana Mariana Pajón se lleva la medalla de oro en BMX y la venezolana Stefany Hernández la de bronce. REUTERS/Paul Hanna
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Con nuestro enviado especial en Río, Carlos Pizarro

Del norte al sur del continente, no hay duda, las atletas latinoamericanas vivieron a dejar su huella a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Ha sido uno de los mejores años para las deportistas de todas las disciplinas, inclusive aquellas que son muchas veces monopolizadas por los competidores.

"El judo es de los dos sexos"

La argentina Paula Belén Pareto inauguró el podio regalándole la primera medalla de oro de estas Olimpiadas a su país y a Latinoamérica. La judoca derribó a su contrincante coreana Jeong Bo-Kyeong y así se anotó una segunda medalla olímpica. En Pekín en el 2008 se fue con el bronce. Proesa que ningún argentino había logrado en deportes individuales, relata Clarín.

“Es una emoción enorme poder estar en una situación así y poder disfrutarlo. El judo siempre fue un deporte bastante marcado por lo masculino y que la medalla de esta característica llegue de la mano de una mujer creo que es importante para darse cuenta de que este deporte es de los sexos”, dijo a nuestro enviado especial en Río Carlos Pizarro. Con 30 años, “La Peque” es médica y deportista de alto nivel.

De la favela al tatami

La judoca brasileña Rafaela Silva ha tenido un recorrido distinto. Fue criada en una favela, la Ciudad de Dios. Conquistó el primer oro para Brasil al imponerse en la final de los 57 kg a la mongola Sumiya Dorjsuren. Es la primera mujer brasileña en ganar un título mundial de judo.

"Que alguien como yo que vengo de una favela y que comenzó el judo a los 5 años como una broma es inexplicable”, comentaba justo después de su victoria. En su brazo tiene un tatuaje que resume su vida deportiva y personal: "Sólo Dios sabe lo que he sufrido para llegar hasta aquí”.

Rafaela Silva no solamente tuvo que superar los obstáculos de una deportista nacida en uno de los barrios más peligrosos de Río sino que también tuvo que lidiar con el racismo cuando fue descalificada de los Juegos Olímpicos de Londres. La trataron de mono. Cuando ganó la inestimable presea declaró: "El mono que querían encerrar en una jaula en Londres es ahora campeona olímpica en casa”. Nada más y nada menos.

Ingrit Valencia, une referencia para las próximas generaciones

Otra primeriza fue la colombiana, peso pesado, Ingrit Valencia que “se enfundó la primera presea femenina de boxeo en la historia olímpica cafetera. Una referencia para próximas generaciones que aún no creían en esta disciplina focalizada mayoritariamente por los hombres”, nos cuenta Carlos Pizarro.

Como Silva, Ingrit Valencia sale del barrio más pobre de Cali. Aprendió a boxear “defendiéndose de los hombres que siempre la querían robar, que siempre la querían tocar”, cuenta Las 2 orillas. “Ingrit Lorena lo soportó todo: un embarazo a los 17 años, un bachillerato inconcluso, la pobreza y los golpes de sus rivales. Su entrenador Raúl Ortiz terminó de forjar un carácter de acero”, agrega la publicación.

Un carácter que la ha llevado hasta el Olimpo. ¿Quién sabe hasta dónde puede ir? Su entrenador, el cubano Rael Iznaga está seguró de que irá lejos, y aún más si el Estado colombiano contribuye.

Vender de todo para costearse los entrenamientos

Sin duda alguna, los deportes de combate le traen suerte a la región. La judoca colombiana Yuri Alvear ganó la medalla de plata y mejoró su actuación en Londres 2012 cuando había ganado el bronce. El camino de la doble medallista no ha sido fácil, pero desde pequeña, la pasión por el deporte la ha motivado.

“En Jamundí [su municipio de origen] la conocen muy bien porque desde niña, y también de adolescente, recorría puerta a puerta y calle a calle el municipio entero, vendiendo de todo para costearse su práctica deportiva y los viajes para competir en otras ciudades del país y del exterior”, recuerda El Tiempo.

Soñaba con tener un cuarto para ella sola, hoy en día sueña con una medalla de oro, quizás en las próximas olimpiadas.

Sin medalla pero con logros

La pesista ecuatoriana, Alexandra Escobar, no se fue con una medalla a casa. Se tuvo que conformar con un cuarto lugar dentro de la categoría de 58kg en una final llena de representantes latinoamericanas.

Pero eso no empaña el recorrido exitoso de la deportista que empezó a levantar pesas a los 19 años. “Lavar ropa y cuidar niños ajenos fue su forma de subsistir desde pequeña. La situación económica de Alexandra Escobar era complicada. A los 10 años, cuando salió de la casa de sus padres en su natal Esmeraldas, trabajó para poder comer”, relata la estatal Agencia de Noticias Andes.

 

 

 

 

 

Ahora su armario está lleno de recompensas regionales y de participaciones a los juegos Olímpicos de Pekín y de Londres. Tiene hoy en día la mira en los Juegos Olímpicos del 2020 en Tokio donde espera por fin subir al podio.

Mónica Puig, sorpresa olímpica

Nadie contaba con la espectacular actuación de la boricua Mónica Puig. La tenista de 22 años está muy lejos de las estrellas mundiales, es más, casi queda fuera del ranking de las mejores 100. Y aun así, llegó hasta la final y venció a la alemana Angelique Kerber. Así se convirtió en la primera persona en ganar una medalla de oro para Puerto Rico.

Aunque vive y se entrena en Boca Ratón, Florida, la puertorriqueña dice ser fiel al país donde nació. Su victoria, claro está, enloqueció a su isla y también a los Estados Unidos que quiso apropiarse la victoria por los lazos que tiene con este territorio. Pero qué va, la medalla es de los puertorriqueños y de Puig que se ha propuesto ganar un gran torneo.

Caterine Ibarguen, chica de oro

De las canchas de tenis damos un salto a la pista de atletismo. Ahí la colombiana Caterine Ibarguen, 32 años, disfrutó de su éxito al conseguir la medalla de oro en triple salto en el estadio Olímpico de Río. Un salto largo y limpio que contrasta con una infancia en la que no abundaban los recursos. Lo que no le impidió meterse al deporte de lleno desde los 10 años cuando comenzó a correr.

Con su estatura, pronto se dio cuenta que podía saltar en vez de jugar al voleibol. A sus escasos 14 años dejó a su familia y se fue a entrenar a Medellín en el noroeste del país. Tres años después ganó su primer oro en los Juegos suramericanos de atletismo. El resto es historia.

Bendita genética

La venezolana, Yulimar Rojas, por su parte, conquistó la plata en el triple salto en Río con tan solo 20 años. “Fue bendecida por la genética con 1.92 metros de estatura”, recuerda El Nacional.

Desde los 13 años sabía que quería ser atleta “para darle un mejor futuro a su familia”. “Tan solo ocho meses de entrenamiento de élite bastaron para ser la primera venezolana en ganar una presea en el atletismo de unos Juegos Olímpicos” agrega el diario ya que antes se dedicaba al salto largo.

De tirar piedras a lanzar discos

A la cubana, Denia Caballero, no le sentaban bien las carreras. Por sus malas actuaciones, su entrenador la castigó y la mandó a tirar piedras. Así nació una vocación: lanzadora de discos. En esta disciplina la campeona del mundo ganó una medalla de bronce para Cuba en Río. Un resultado que la decepcionó porque “quería el oro”.

Ella misma se describe como perezosa y amante de la literatura. Pero es muy difícil creerlo cuando se sabe que su modelo es la "maestra" del lanzamiento de disco cubano en los últimos años, Yarelis Barrios, que nunca consiguió un oro en una gran cita, pero que fue plata olímpica en Pekín-2008 y bronce en Londres-2012.

Santa Lupita

Hasta hace poco, como muchos de los deportistas latinoamericanos presentes en Río, la mexicana Lupita González de 27 años tuvo que prescindir de la ayuda del gobierno.

Antes de recibir su beca municipal de la que goza actualmente, María Guadalupe se acercó a las autoridades para pedir apoyo económico solo para los traslados desde su casa en la ciudad de Tlalnepantla hasta las instalaciones del Centro Deportivo Olímpico Mexicano (unos 10 kilómetros de distancia). No se lo concedieron. Hubo ocasiones en que María Guadalupe pudo ir a entrenar gracias al dinero que le prestaba uno de sus hermanos.

Esos amargos recuerdos quedaron atrás. Acaba de conseguir una medalla de plata en la durísima prueba de 20km marcha tras haber tenido a su alcance la presea de oro. “Un metal que sabe a gloria teniendo en cuenta que pocos creían en esta atleta que tanto ha trabajado para llegar hasta este premio. Si los hombres no pudieron sacar provecho de la prueba disputada en el circuito marítimo de Pontal, fue Lupita quien se encargó de anotar la segunda presea para su país y la primera en la marcha mexicana desde Sydney 2000”, relata desde Brasil, Carlos Pizarro.

La "hormiga atómica" colombiana no tiene límites

La colombiana Mariana Pajón ha pulido su talento hasta convertirse en la mejor del mundo en BMX. Con tan solo tres años aprendió a montar en bicicleta y desde entonces Mariana y su "caballo de acero" se convirtieron en amigos inseparables. Tanto, que en su ciudad natal competía, y vencía, a varones dos o tres años mayores, pues no había más niñas que practicaran BMX, considerado un deporte extremo.

Con la que conquistó en Río, ya lleva dos medallas olímpicas de oro que le han costado: “18 fracturas en diferentes partes del cuerpo, tres conmociones cerebrales, una parálisis facial y un hematoma que le complicó un riñón", le dijo a la revista colombiana Bocas en 2012. A pesar de tanto remiendo “la hormiga atómica” quiere seguir ganando.

La venezolana, Stefany Hernandez, en cuanto a ella, llegó al bronce en la misma categoría. “Hernández hizo historia al materializar la primera medalla olímpica para el ciclismo venezolano”, estima El Universal. Ella también, desde los cuatro años era un torbellino y ella también ha tenido que superar muchos sin sabores deportivos para celebrar por lo alto en las primeras olimpiadas suramericanas.

Gracias Dios Mío! Medallista Olímpica en @rio2016 Venezuela esto es para ti!!! #Consistency469 #Team469 #SomosVenezuela

Une photo publiée par Stefany Hernandez (@hernandez469) le

Estas son algunas historias olímpicas que cuentan la determinación y la “garra” de todas estas deportistas. Seguramente se nos habrá escapado un nombre, una anécdota, nos disculparán. Todo lo que podemos decir es que las mujeres deportistas latinoamericanas en Río 2016 han hecho historia.

 

 

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