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wimbledon 2017

Verde que te quiero verde

Los tenistas que participan en el distinguido torneo de Wimbledon se han quejado de las malas condiciones en las que se encuentra el césped de las pistas. El sol y las altas temperaturas han hecho palidecer el verde característico de las canchas londinenses.

Muchos tenistas se han quejado de las malas condiciones del césped en Wimbledon este año.
Muchos tenistas se han quejado de las malas condiciones del césped en Wimbledon este año. © Reuters
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Este año el más legendario de los grandes torneos de tenis se ha recibido una lluvia y no precisamente del cielo, sino de críticas expresadas por los jugadores, la prensa y el público. La culpa la tiene el césped en el prestigioso All England Lawn Tennis and Croquet Club, donde tiene lugar el torneo desde 1877.

Wimbledon es el tercer torneo de Grand Slam del año y el único que se juega sobre una hierba que siempre había lucido impecable. Pero este año, la mítica alfombra natural sobre la que corren y se deslizan los mejores jugadores del mundo se ha ganado los comentarios más virulentos.

La semana pasada la tenista estadounidense Bethanie Mattek-Sands lanzó gritos espeluznantes tras lesionarse seriamente la rodilla, lo que suscitó que las críticas se focalizaran sobre el golpeado césped.

Las altas temperaturas en Londres a lo largo de la primera semana del torneo, casi 30 grados, la incidencia directa del sol y la ausencia de lluvia despojaron a las canchas de su frondoso césped. Este fin de semana, las 18 pistas de hierba del complejo de Wimbledon lucían en un estado calamitoso, sobre todo las pistas más pequeñas que no poseen sistemas de protección, como sí existe en las canchas principales.

La situación ha dado grandes dolores de cabeza a los no menos de 30 jardineros que trabajan durante el torneo, quienes supervisan meticulosamente el césped siguiendo una tradición muy antigua y precisa.

El césped de Wimbledon debe ser cortado todos los días a 8 milímetros, ni uno más, ni uno menos. Esta altura es, según los expertos, la ideal para el rebote de la pelota, la velocidad de juego y el confort de los tenistas. Estas condiciones permiten un juego más ofensivo que en otras superficies como el polvo de arcilla.

Por el momento, el verde de Wimbledon aparece más deslavado que en ediciones anteriores de su larga historia. Un verde tirando a blanco, como el impuesto en la vestimenta de los jugadores.

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